Los cruzados no levantan cabeza.
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SANTIAGO.- No son buenos días los que atraviesa la Universidad Católica de Mario Salas. Cuando parecía enrielar el camino tras su triunfo ante La Calera por el Apertura, nuevamente fue presa de su irregularidad.
Y esta vez, aquella situación terminó propinándole su primer golpe deportivo: eliminación por penales en Copa Chile ante un cuadro de la Primera B como Cobreloa. Transcurridos apenas dos meses del inicio de temporada, el conjunto cruzado sumó su primera amargura.
Y en el camarín las cosas no están mejor, luego del acto de indisciplina en el que se habrían visto involucrado seis jugadores en un hotel en Las Condes.
El incidente finalmente sólo dejó a Michael Ríos y José Luis Muñoz como culpables y su caso está siendo analizado por la comisión del club cruzado para ver cuál castigo se les aplica.
Los hinchas franjeados repudiaron la situación, considerando que el momento deportivo no es bueno.
Ahora esa realidad futbolística sólo le deja dos desafíos por los cuáles luchar a los dirigidos de Mario Salas: Copa Sudamericana y Apertura.
Y en ambos torneos tiene cuesta arriba su suerte. En el torneo internacional debe remontar un 3-2 en Paraguay. Difícil tarea, más considerando que con una victoria 1-0 o 2-1 se quedará fuera por goles de visitante.
Mientras que en el torneo local, está a cinco puntos de Colo Colo y este domingo a las 15:30 en San Carlos tendrá un choque trascendental ante O'Higgins, rival directo en la lucha por el torneo.
De esta manera, la UC tendrá que poner todas sus fichas en lo que le queda, sino corre el peligro de quedarse fuera prematuramente de todos los desafíos que tiene en el semestre.