Dos campeones cara a cara.
AP
NUEVA YORK.- El Abierto de tenis de Estados Unidos tendrá hoy domingo a partir de las 17:00 horas de Chile a la final más esperada, un duelo entre el serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer, dos jugadores hambrientos de un título que les resulta esquivo desde hace años.
Para Djokovic, que ganó por única vez en 2011 en Nueva York, será la sexta final. "Vine con el deseo y la misión de alcanzar las finales y pelear por el trofeo. Estoy en esa posición y ya es un gran resultado, pero quiero dar el paso final el domingo y poner mis manos en el trofeo", expresó Djokovic, que va en busca de su décimo título de Grand Slam.
Federer, que levantó el último de sus cinco trofeos en el US Open en 2008, no juega la final desde 2009. "Trabajé muy duro en los últimos seis años para intentar volver. Había estado cerca, pero por uno u otro motivo no pude llegar", dijo el suizo, que desde entonces había perdido tres veces en semifinales.
Esta vez el suizo no dejó lugar a las sorpresas. Avanzó hasta la final sin perder sets y con un tenis que roza su pico de rendimiento.
Federer buscará ante Djokovic conquistar su primer título grande desde Wimbledon 2012 y parece estar en el momento justo para quebrar la sequía en Grand Slams. A sus 34 años, el suizo hizo cambios en su juego para seguir retando a los mejores del mundo. El año pasado cambió su raqueta por una de aro más grande, que le da más potencia con menos esfuerzo.
El principal objetivo de Federer con la nueva herramienta de trabajo era eliminar los problemas de espalda que sufrió en 2013. Además, la raqueta más grande le otorgó más superficie de impacto, sobre todo con su revés.
El suizo, sin dolores de espalda, mantiene la explosión de sus piernas que tanto impresionó a Feliciano López en el Masters 1.000 de Cincinnati.
"Estás volando por la cancha, carajo", le dijo el español tras padecerlo en los cuartos de final del torneo previo, en el que Federer tampoco perdió sets.
El suizo ganó los últimos 28 sets desde que perdiera la final Wimbledon precisamente ante Djokovic. Y en Cincinnati asombró a sus rivales con una jugada de resto para tomar la red que el mismo Federer bautizó en el US Open como S.A.B.R (Ataque Furtivo Por Roger, por las siglas en inglés).
Djokovic, sin embargo, afirmó que no planea imitarlo en la final. "No estoy considerando hacerla. La hizo en Cincinnati. Le funcionó. Parece un tiro que lo entusiasma a él. Para el jugador que está del otro lado de la red, no se entusiasma tanto", aceptó el número uno del mundo. "No tengo mucho más para decir", agregó el serbio.
Federer, segundo de la clasificación, sabe que tiene que estar al tope de sus posibilidades si pretende derrotar a Djokovic. Y eso incluye apelar a la ya famosa S.A.B.R. "Si tengo que usarla la volveré a usar. En Cincinnati me dio buenos resultados", expresó.
El suizo tuvo un gran año, pero el 2015 de Djokovic incluye el título en el Abierto de Australia, la final en Roland Garros y la victoria en Wimbledon. Mañana jugará su cuarta final de Grand Slam en el mismo año, algo que el serbio no hizo ni en su gigante 2011.
"Definitivamente es un logro. No quiero ni pensar en lo opuesto a eso, estoy feliz con las cuatro finales. Gane o pierda el domingo, seguirá siendo por lejos un gran año, el mejor año junto al 2011", aseguró Djokovic.
El serbio, sin embargo, tuvo altibajos en la gira estadounidense, donde perdió dos finales y jugó un US Open lejos de sus estándares de consistencia.
Si bien la semifinal sobre el croata Marin Cilic le devolvió las buenas sensaciones, Djokovic gritó y rompió raquetas mostrándose disconforme en sus partidos ante los españoles Roberto Bautista y Feliciano López.
El número uno del mundo dijo que el partido ante el lesionado Cilic, donde perdió apenas tres games, le dio un salto de confianza para la gran final.
Djokovic parte además con la ventaja de haberse impuesto en los últimos dos enfrentamientos ante Federer jugando a cinco sets. El serbio le ganó las últimas dos finales de Wimbledon.
