SANTIAGO.- El pasado domingo 13 de septiembre un chileno hizo historia en el Mundial de Ajedrez de Bakú, Azerbaiyán, y de paso "sorprendió al mundo", tal como describió la prensa internacional.
Se trata de Cristóbal Henríquez, de 19 años, quien dio el gran golpe eliminando a Boris Gelfand, Gran Maestro israelí, subcampeón y actual número 13º del mundo.
Todo un logro, pues no sólo derrotó a un jugador de recorrido y experiencia, además, se convirtió en el primer nacional en ganar en una ronda inicial en un Mundial de esta disciplina. Con sólo 19 años, su nombre ya quedó grabado en la historia.
"Siempre estuve motivado, tranquilo, pero lo que sucedió fue inesperado e increíble. Las cosas se dieron para ir ganando más confianza. Acá hay mucho esfuerzo detrás por eso lo que conseguimos es muy gratificante", cuenta en conversación con Emol.
Y aunque más tarde fue eliminado en segunda ronda por el peruano Julio Granda, uno de los grandes exponentes de la disciplina, el triunfo en su estreno acaparó todas las miradas y elogios de otros jugadores y de la prensa mundial.
Sin embargo, más allá de su gran logro, para su entrenador, Rodrigo Vásquez, el éxito conseguido por su pupilo, quien era uno de los cinco participantes más jóvenes del certamen, estaba entre los planes.
"Nunca nos negamos a la posibilidad de ganarle. Nos preparamos mucho y él terminó cayendo en nuestro trabajo", detalla.
Incluso, el técnico es claro y enfatiza en que el triunfo de Henríquez en primera ronda fue sorpresa para los especialistas y la prensa, pero no para ellos.
"Para el mundo sí es sorpresa porque Cristóbal no es muy conocido, pero para nosotros no porque llevamos más de dos años trabajando. Yo ya le comenté a él que el éxito debe ser ahora, este es su momento", argumenta.
Un duro recuerdo...
Pese a su corta edad, el ajedrecista chileno ya tiene un amplio registro de triunfos: Tres veces campeón Panamericano juvenil, una vez monarca Sudamericano, tercer lugar en el Mundial junior 2014, actual campeón absoluto de Chile y posee la marca de maestro internacional.
Su histórica actuación en el Mundial de Azerbaiyán se suma a su larga lista de éxitos, los que ha conseguido tras años de trabajo y sacrificio, pues su vida no ha sido nada fácil.
Más allá de las alegrías y del gran esfuerzo económico de su familia, Henríquez carga a sus espaldas con un duro golpe. Cuando tenía sólo 7 años, su madre falleció producto de un cáncer.
"A esa edad no compredí lo que pasó. Por ejemplo, en el funeral no lloré, no porque no entendía lo que estaba pasando. Quizás en ese entonces no me afectó por la edad", recuerda con nostalgia.
Sin embargo, de inmediato agrega: "Siempre guardo los recuerdos que me acompañan de ella y lo que me cuenta mi papá. Cuando gané el Sudamericano Sub 20, torneo muy importante, coincidía con la fecha de su muerte y no pude evitar acordarme de ella, tener fuerza y dedicarle el triunfo".
Junto al apoyo de su familia y la dedicación en el ajedrez, el chileno siguió adelante, pese al duro golpe que sufrió a tan corta edad.
Lo que viene
El éxito en el Mundial de Azerbaiyán comienza a quedar en el pasado para el joven ajedrecista chileno, pues sabe que debe dar vuelta la página y aprovechar el triunfo para seguir escalando.
"Quiero jugar en Europa, aunque eso depende mucho de los recursos y espero poder conseguirlos. Por ahora quiero enfocarme en el Mundial Sub 20 del próximo año, quiero ser el campeón y para eso voy a entrenar duro", avisa.
Finalmente, Cristóbal Henríquez aprovecha la tribuna conseguida tras su histórica actuación: "Jamás tuve tanta prensa, por eso quiero hacer un llamado a la empresa privada para apoyar este deporte que entrega muchos beneficios. Mi familia me ha ayudado y me ha ido bien, ahora espero tener apoyo constante para conseguir logros aún más importantes".