No tuvo nada que hacer.
EFE
SANTIAGO.- El regreso de Claudio Bravo a las canchas no fue de los mejores. El portero chileno lamentó dos goles con que el Sevilla se impuso 2-1 al Barcelona.
Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurría antes con Marc André Ter Stegen, los medios españoles exculparon al golero nacional de toda responsabilidad.
"Víctima. Volvió a la titularidad una vez obtuvo el alta médica, pero como Ter Stegen, y pese a transmitir más seguridad, tampoco pudo mantener su portería virgen. En su descargo hay que decir que no dio la sensación de tener un gramo de culpabilidad en ninguno de los dos goles", analizó Mundo Deportivo.
Mientras que Sport consideró que "el chileno regresó a la titularidad después de la lesión que lo apartó de los últimos seis partidos. En el primer tiempo tuvo tres actuaciones de mérito, resueltas todas ellas con solvencia. En el segundo recibió dos goles en seis minutos. Demasiado castigo en tan poco tiempo".
Para El País "en la portería no hay debate. Al menos para Luis Enrique, que le devolvió los guantes a Bravo tras una semana de entrenamientos con el grupo y tras superar su lesión muscular en el sóleo. Una decisión que dejó clara la predilección del técnico por el chileno. Poner a Bravo, en cualquier caso, debió de ser un duro trago para el alemán".
Y finalmente As comentó que "vendido en los dos goles encajados no acabó de estar fino con los pies, pero resolvió los ataques sevillistas con acierto".