SANTIAGO.- SANTIAGO.- El clásico número 169 entre Universidad Católica y Colo Colo dejó varios hechos a consignar antes, durante y después del partido.
Tome nota y ponga atención porque acá le contamos lo que no se vio del triunfo cruzado en San Carlos de Apoquindo.
La amargura de Jaime Valdés
Una hora antes del inicio del encuentro se confirmó la ausencia del volante albo en el once estelar. Un cuadro gripal lo privó de estar desde el arranque y su rostro lo decía todo.
En el calentamiento previo, Valdés miraba serio a sus compañeros, al resto del estadio y a sus rivales. Nada lo hacía reír. Menos tras el partido. Pese a su golazo, la derrota le dolió mucho, tanto que abandonó el estadio serio, con la mirada al suelo y sin hacer declaraciones.
El nuevo asesor de Sampaoli
Juan Manuel Lillo llegó a Chile para trabajar en las selecciones menores y en sus primeros días en suelo nacional se dejó ver de inmediato con el técnico de la "Roja".
El español estuvo en el clásico de San Carlos y no se perdió ningún detalle. Vio muy atento el encuentro y varias veces se acercó para conversar con el casildense. Mientras algunos hinchas saludaban a Sampaoli, Lillo pasaba casi desapercibido.
Un tenso duelo
Germán Lanaro tenía una clara misión. No darle espacios a Esteban Paredes. En esa misión, el defensa y el delantero protagonizaron varios y tensos encontrones. Muchos de ellos con el balón muy lejos de ellos.
Primero, tras un ataque albo, ambos se agarraron las camisetas, se miraron desafiantemente e intercambiaron palabras. Más tarde la situación se repitió, aunque esta vez el zaguero de la UC empujó al atacante, quien respondió con un "pechazo".
El "jueguito" de Patricio Polic
Tras el descanso, Colo Colo retornó primero a la cancha y la UC demoró su salida. Mientras esperaban al equipo cruzado, el juez del lance aprovechó el momento y mostró todo su talento con el balón.
Tomó el esférico y comenzó a dominar, en un "jueguito" que tuvo varios toques seguidos sin que la redonda cayera al césped. El talento de Polic fue ampliamente comentado en las tribunas. "Se las trae", fue el análisis de los hinchas.
Un duro reto
A medida que avanzaba el partido el más resistido y criticado por los hinchas cruzados era Fernando Cordero. Muy errático, nervioso y poco preciso, el volante se ganó por momento el odio de los fanáticos.
Es que su bajo rendimiento era notorio, por eso iniciado el segundo tiempo Mario Salas no aguantó más y lo retó duramente. Cordero trató de dar una explicación, pero su DT insistió en su molestia. Al parecer el reto sirvió, porque tras ello subió su nivel.
El descargo de Esteban Paredes
Tras el pitazo final, los jugadores de Colo Colo abandonaron inmediatamente la cancha, que en ese momento era un carnaval cruzado. Los dirigidos de Sierra salieron silentes, con la mirada al suelo y entre los insultos y gritos de los fanáticos locales.
Pero uno del plantel albo no aguantó. Justo antes de entrar al túnel que lleva al camarín, Paredes levantó la mirada y respondió a los insultos. El goleador del Cacique se descargó, lanzó un par de palabras, levantó sus brazos y siguió rumbo al vestuario. ¿Qué habrá dicho? La fiesta de los locales hizo imposible escuchar su reacción.
El emotivo gesto de Diego Rojas
Consumado el compromiso, la alegría era total en San Carlos. Pasaron varios minutos después de la alocada celebración del equipo cruzado y el volante fue el último en dejar la cancha tras conversar con la transmisión oficial.
Pero antes de partir al camarín, Rojas se dio el tiempo para compartir con un fanático con síndrome de down. Charlaron por unos minutos, se sacaron foto y cerró el diálogo con un fuerte abrazo. La alegría del hincha lo decía todo. Gran gesto del pequeño y talentoso mediocampista.
