El pleito en Calama trajo consecuencias.
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SANTIAGO.- De nada sirvieron las disculpas públicas emitidas ayer por el preparador físico de Cobreloa, Gerardo Piersanti, luego de asegurar que hubo una "mano negra" en el duelo ante Universidad de Chile, por los cuartos de final de ida de Copa Chile.
Y es que luego de que el integrante del cuerpo técnico loíno intuyera un arreglo en el duelo en el que los azules se impusieron por 2-0, la ANFP tomó cartas en el asunto.
El ente rector del fútbol chileno decidió citar a Piersanti y también al arquero del cuadro naranja, Jorge de Olivera, por sus polémicas declaraciones.
Así lo aseguró a El Mercurio una fuente del Tribunal de Disciplina, que será el encargado de sancionar a ambos, quienes arresgarían una suspensión de entre cuatro y 50 partidos.
"Tanto el árbitro como el directorio de la ANFP hicieron la denuncia por las declaraciones de estas personas y serán citados para el día martes a las 19:00 horas", afirmaron.
Pese al arrepentimiento, Piersanti y de Olivera serían penalizados por lo que indica la letra e del Artículo 68 del Código de Procedimientos y Penalidades, el cual es lapidario en este tipo de acciones.
"Cualquier acto que pudiese provocar el descrédito, menoscabo o que pudiese afectar la transparencia de la actividad futbolística, o de los personeros que la representan, será sancionado de cuatro a 50 juegos de suspensión o de un mes a tres años de inhabilitación, según corresponda", reza aquella parte del reglamento.
De esta forma, las palabras podrían costarle caro a estos dos integrantes del plantel loíno.