La "Roja" Sub 17 celebró con mucha emoción su victoria frente a los norteamericanos.
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VIÑA DEL MAR.- No hay discusión. Chile jugó ante Estados Unidos su mejor partido en este Mundial Sub 17 y está muy cerca de los octavos de final.
Seguramente el duelo que se disputó en el estadio Sausalito, que terminó en goleada de 4-1 y en un carnaval, será muy difícil de olvidar para estos jóvenes futbolistas.
Es que las emociones fueron fuertes. Era cosa de ver el rostro de seleccionados como Gabriel Mazuela o Fabián Monilla, quienes tras el pitazo final dejaron ver lágrimas en sus rostros.
No era un triunfo cualquiera. Era un triunfo que los tiene con un pie en los octavos y ante 20 mil personas, algo que quizás en su corta carrera soñaron, pero jamás pensaron se cumpliría rápidamente en realidad.
"Vivir algo así la verdad es muy emocionante , la verdad es complicado no sentir estas sensaciones jugando ante toda esta cantidad de gente", relató Mazuela.
Pero no fue lo único que dejó el mejor partido de Chile en este Mundial. También hubo retos, los que sirvieron para darle un envión anímico al equipo cuando más lo necesitó.
Ignacio Saavedra y Simón Ramírez se recriminaron por el gol de Estados Unidos. Yerko Leiva le pidió más velocidad a Brian Leiva por la banda con un fuerte grito.
El portero Zacarías López le llamó la atención a Camilo Moya tras un ataque de los norteamericanos y Gabriel Mazuela se molestó con Marcelo Allende por demorar un pase. Todas acciones que incluyeron diálogos fuertes, pero de compañeros. Y todos fueron por el bien del equipo.
"La verdad unos siempre se reta dentro de la cancha, aunque más que retos son cosas que uno se dice para mejorar y estar más atentos. Somos un grupo muy unido", explicó Camilo Moya.
Otro momento que dejó el gran partido de Chile ocurrió antes de ir al descanso. Cuando el partido estaba 1-1 y se había dado el pitazo final a la primera parte, los pupilos de Miguel Ponce se juramentaron dar vuelta la historia.
Se reunieron en el centro de la cancha, se retaron -otra vez- y se dijeron las cosas claras: "No le podemos fallar a esta gente, no le podemos fallar al país".
Pero ¿qué fue literalmente lo que conversaron? Yerko Leiva lo contó: "Nos prometimos salir a ganar, que teníamos que jugarnos la vida, que el partido estaba empatado y empezaba de nuevo".
Sucesos que marcaron el primer triunfo de Chile en el Mundial Sub 17, uno que tiene a los dirigidos de Ponce a la espera de otros resultados para meterse en los octavos de final, aunque la tarea está casi completa.
