El técnico de la selección chilena Sub 17 Miguel Ponce.
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VIÑA DEL MAR.- Faltaban exactamente 60 minutos para que arrancara el Chile-Estados Unidos cuando se instaló la sorpresa en el estadio Sausalito.
Se daba a conocer el 11 titular de la "Roja" y las novedades eran varias. Miguel Ponce estaba decidido a dar el golpe. Era ahora o nunca.
Seis fueron los cambios del entrenador para enfrentar a los norteamericanos respecto al equipo estelar que ocupó en la dura derrota ante Nigeria.
Apuesta total del DT considerando la trascendencia del partido y que habían jugadores que en el recinto de Viña del Mar harían su debut en la cita planetaria.
Arriesgado, pero a Ponce no le tembló la mano. Simón Ramírez, Fabián Monilla, René Meléndez, Manuel Reyes, Brian Leiva y Gabriel Mazuela fueron sus elegidos.
Incluso, lo de Meléndez fue aún más arriesgado, pues ocupó al volante de Audax Italiano como lateral izquierdo siendo que su mejor versión la muestra en el centro del campo.
Así entonces dispuso a cuatro defensas, dos volantes de quite y otros tres mediocampistas que acompañaran al único hombre que estaba en ofensiva.
Y al principio parecía que su apuesta no daba resultados cuando a los 10 minutos Estados Unidos abrió la cuenta. Sin embargo, la historia fue otra.
Poco a poco Chile fue encontrando su mejor versión, rotando el balón, ocupando las bandas y aprovechando la inteligencia de Ignacio Saavedra y el talento de Marcelo Allende.
Todo funcionó a la perfección, tal como lo dispuso Ponce. El gol de Allende equiparó las acciones y en el segundo tiempo el tanto de Gabriel Mazuela destapó a la "Roja". En esa anotación fue clave el magistral pase de Luciano Díaz, quien ingresó tras el descanso.
Chile funcionaba como reloj. Imponía su juego, dominaba y disfrutaba. Así llegaron los goles de Gonzalo Jara y Camilo Moya, dianas que no hicieron más que ratificar el buen trabajo de los nacionales y el éxito de la apuesta de Ponce.
"Lo importantes que pudimos cambiar la historia, esto es todo mérito de los jugadores", dijo el DT consumado el triunfo en el Sausalito.
Táctica y planteamiento impecable que no sólo le valió a la "Roja" una goleada de 4-1, también desatar una fiesta ante 20 mil personas en Viña del Mar y quedar ad portas de los octavos de final.
