Tiene historia en el Español de Talca, Liceo Mixto y Colo Colo, pero hoy juega en el Tinguiririca. Con 23 años, se caracteriza por su agresividad y valentía. Le dicen el "Francotirador". "Tengo muy buena puntería", cuenta sobre su apodo.
Viene de ser capitán y campeón con el Cacique, pero la lejanía con su hija lo hizo volver a su natal Talca. "Era hincha de Colo Colo y pensé que me quedaría hasta ser campeón, sin embargo, como eso se dio rápido, decidí irme", explica.
El base de los de la Sexta región, que mide 1,80 mts y pesa 88 kilos, estudia para ser preparador físico en la Universidad Santo Tomás. "Me dieron todas las condiciones y una beca, estoy feliz", señala.
¿Al extranjero?. "Todo a su tiempo, quizás cuando mi hija esté más grande, por ahora estoy tranquilo acá". En Chile le ha ido bien: Fue premiado como el mejor baloncestista nacional en 2011 y 2013.
Es considerado uno de los jugadores más talentosos del medio. Es polifuncional y tiene gran capacidad atlética. A pesar de que no es de los más altos, tiene un gran clavado.
Debutó a los 17 años en el Boston College. "Cuando me llamaron a una selección sub 21 me di cuenta que podía ser profesional". Hoy el alero, de 1,87 mts y 92 kg, juega en Colo Colo, actual monarca, y equipo del que es hincha desde pequeño. "Quiero salir campeón con este club", dice.
El oriundo de Cerro Navia también defendió a Tinguiririca San Fernando y Universidad de Concepción. club en el que estuvo nueve años, aunque su salida fue abrupta tras no llegar a acuerdo con los dirigentes.
El alero, de 30 años, dice que siempre ha tenido la intención de jugar en el extranjero. "Es complicado, aunque la ilusión aún no se pierde".
"Todos los equipos en los que he estado, me han marcado", dice el jugador de Deportivo Valdivia. El año pasado estuvo en Colo Colo, pero según dice "por ayudar me vine acá". Y no se arrepiente.
El año pasado el base fue premiado como uno de los jugadores con más partidos en la historia de la Liga Nacional, alcanzando su partido número 100. 85 de ellos los disputó con el Boston College. Entre sus cualidades resaltan ser buen pasador, hacer buenos tiros de corta y larga distancia y manejar los tiempos de ataque.
El osornino de 32 años dice que "tuve la ilusión de irme al extranjero, de hecho hubo una oferta concreta de Uruguay, pero en ese tiempo estaba mejor en Chile. A esta edad no me vuelve loco la idea de partir", asegura.
Carrasco, quien mide 1,80 y pesa 82 kilos, piensa en jugar seis años más y "después estar en club, quiero un cargo dirigencial".
El alero debutó a los 19 años en el Deportivo Petrox de Talcahuano, aunque hasta ese entonces no pensaba en ser profesional. Sin embargo, todo cambió cuando decidió jugar en Osorno. Dejó sus estudios en Prevención de Riesgos y partió al sur con su padre.
Hoy el penquista, de 1,91 mts y 97 kg, es un histórico del básquetbol nacional. El año pasado lo premiaron como mejor jugador de Chile. A sus 36 años defiende a la Universidad de Concepción, aunque antes jugó por Deportivo Valdivia, Tinguiririca San Fernando y el Liceo Mixto de Los Andes.
Saez dice que nunca se decidió irse al extranjero a pesar de que "tuve muchas posibilidades, pero no me atreví. No fui valiente".
El jugador, considerado figura por su aporte en goleo y defensa, piensa en el retiro a fin de año. "Mi meta es ser campeón, pero ya me hice la idea de mi vida alejado del básquetbol", confiesa.
Tiene récord de triples convertidos, junto a Gonzalo Velásquez, en la historia de la Liga Nacional, además es uno de los goleadores chilenos y promedia muchas veces más de 30 puntos por partido.
Tras su paso por Colo Colo la temporada pasada, donde fue campeón, cree que el llegar a Ancud se le presentó como una "linda oportunidad, es un buen proyecto".
A sus 33 años piensa que el club que más lo marcó fue la Universidad de Concepción ya que "estuve 14 años allí, aprendí mucho". Claro, además el escolta se tituló de Ingeniero Comercial de esa casa de estudios. "Esto me da oportunidades para poder trabajar y tener otra experiencia además del básquetbol", asegura.
El nacido en Concepción, que mide 1,78 mts y pesa 76 kilos, tuvo la posibilidad de jugar en el extranjero pero nunca se concretó nada. "Es una deuda en mi carrera, pero lo tomo con tranquilidad", señala.