Jara se encotró con Cavani y el público uruguayo.
AFP
MONTEVIDEO.- Era el momento que nadie se quería perder. El reencuentro entre el defensa chileno Gonzalo Jara y el atacante uruguayo Edinson Cavani. Esto, luego que el nacional le introdujera un dedo en el trasero al charrúa y éste reaccionara con un manotazo, provocándole una posterior expulsión durante la pasada Copa América, exactamente el 24 de junio.
Había morbo y mucho. Es más, varios hinchas locales aseguraban horas antes del cotejo que "Jara no debería jugar, es mejor que se quede en el hotel". Otros esperaban ver nuevamente al formado en Huachipato y aprovechar el momento para insultarlo durante más de 90 minutos en un campo de juego.
Y así no más fue. Tal como se esperaba, el zaguero del Mainz 05 debió resistir una dura noche en un repleto estadio Centenario.
Todo comenzó a 25 minutos del pitazo inicial del colombiano Wilmar Roldán, cuando por los altoparlantes se dieron a conocer las alineaciones y su nombre sonó fuerte y claro: Gonzalo Jara. En ese preciso momento el recinto deportivo estalló en pifias e insultos contra el famoso hombre del "dedo".
Arranca la brega y a los 10 segundos del lance Jara devuelve a Marcelo Díaz, pero el público no lo perdona y de inmediato le manifiesta toda su rabia.
A los 4' el defensa de la "Roja" tocó nuevamente para Eduardo Vargas y la reprobación contra fue total. Pero el campeón de América se hacía el desentendido.
20 minutos del encuentro y Jara le provocó la primera falta a Cavani. De inmediato reaccionó el equipo charrúa y varios se abalanzaron contra el nacional, la noche comenzaba a desplegar toda su rigurosidad contra Jara.
Ocho minutos más tarde, y cuando la "Celeste" se imponía por la cuenta mínima, el jugador del Mainz 05 cometió un error al salir jugando desde su campo, por lo que perdió la bola con bastante facilidad, a lo cual los uruguayos se mofaron e insultaron con potentes cánticos para el criollo.
Corría el partido y Jara poco a poco evidenciaba nerviosismo en su juego. Es más, cuando se acercaba a un rival levantaba las dos manos, como una forma de dejar claro que el dedo ya era historia.
En la segunda etapa, los goles del equipo de Washington Tabárez en algo pudieron distraer a la fanaticada charrúa. La pifias, a diferencia del primer tiempo, ya se escuchaban de forma más esporádicas, aunque los insultos igual se escuchaban desde el sector preferencial.
Termina el pleito, Uruguay derrota claramente a Chile y Jara culmina estoicamente, pese haber recibido toda la ira de los seguidores charrúas. Pero lo más importante quedó para el final: El chileno se acerca donde Cavani, éste le da la mano y todo lo terminan con un abrazo.
Así, lo que se inició con mucho morbo culminó con una historia que dio vueltas alrededor del mundo y que ahora sus protagonistas se encargaron de bajarle el telón. Definitivamente el dedo de Jara quedó enterrado en el Centenario de Montevideo.