El joven valor tuvo una gran temporada.
El Mercurio
VALPARAÍSO.- Cristián Gutiérrez no era un nombre conocido para cualquier hincha de Colo Colo hasta el 16 de julio de este año, cuando debutó en el primer equipo ante Deportes Concepción por la Copa Chile, aprovechándose de la regla de utilizar un sub 20 durante al menos la mitad de los minutos de cada torneo.
El "canadiense" (es chileno, pero nacido en Quebec en febrero de 1997), estuvo acompañado por su familia durante la jornada en Valparaíso, incluyendo a su hermano gemelo Diego –quien juega
en Palestino-, no pudo ocultar su emoción en la cancha de Playa Ancha, pese a los incidentes que suspendieron el duelo ante Wanderers.
"Es algo soñado, es el mejor sueño que uno puede cumplir en el fútbol", decía casi con lágrimas en los ojos durante la breve celebración en el pasto del Elías Figueroa Brander.
Y no es para menos, durante el período de Héctor Tapia no tuvo lugar e incluso estuvo fuera del club. Sin embargo, para José Luis Sierra se convirtió en pieza fundamental desde el primer partido que lo incluyó y fue la razón principal por la cual el Cacique cumplió con creces la regla de minutos de un elemento menor a 20 años.
"Yo ni siquiera lo esperaba a mitad de año, yo era sparring, no estaba en el primer equipo. Esto es lo más hermoso que me ha pasado en la vida, se lo dedico a mi familia, nada más", añadió.
El zurdo, que disputó 21 partidos entre Apertura y Copa Chile, no pierde el foco y sabe que le queda mucho camino por delante, destacando el apoyo de sus avezados compañeros de equipo y su ídolo Jean Beausejour, con quien compartió en la selección chilena, siendo sparring de los titulares.
"Con esta gente al lado uno crece, con el apoyo de los compañeros de equipo, eso siempre es lo más importante", indicó ante el acoso de los hinchas que le pedían fotografías, autógrafos e incluso que les regalaran una prenda de recuerdo.
"Solo quiero seguir así en el próximo campeonato, seguir sumando minutos, esperar hacer un campeonato así nuevamente, ojalá con otro título", aseguró el número 27.
Luego de esa última frase salió corriendo, poco amigo de los micrófonos y las cámaras, Gutiérrez enganchó y salió jugando para volver junto a sus compañeros al camarín albo. Es que la jornada, si bien era de alegría, no estaba para festejos exacerbados.