YOKOHAMA.- El portero chileno Claudio Bravo, que este domingo ganó el Mundial de Clubes con el Barcelona al derrotar 3-0 a River Plate, se mostró feliz por haber conquistado cinco títulos con el club azulgrana este año y la Copa América con su selección.
"Fue un año increíble, todo lo que me tocó estar me tocó ganarlo. Ahora tengo que pensar en lo que viene más adelante, Liga, Champions y Copa del Rey, objetivos primordiales para nosotros", dijo.
Luego se refirió al momento de forma de su equipo: "Estamos haciendo un gran fútbol, lo demostramos en todos los partidos, también en esta final ante River, un rival muy fuerte, de historia. Nos vamos felices por haber cerrado el año de esta manera".
También analizó a River Plate, que aguantó durante casi 40 minutos, hasta que Lionel Messi hizo el 1-0.
"River salió bien a presionar, salió bien a hacer su juego, creo que al principio estuvimos un poco acelerados, perdimos un poco el control del balón. Cuando hicimos el gol logramos tener calma y tuvimos un montón de ocasiones de gol, sobre todo en el segundo tiempo", analizó.
Bravo, que habitualmente es el portero titular en la Liga, cree que su inclusión en el once que disputó los dos partidos del Mundialito es un premio a su rendimiento.
"No me sorprendió. Sé lo que tengo que hacer, cómo prepararme, cómo me tengo que entrenar. Sé cómo funciona todo esto, es un premio a la constancia y al trabajo", señaló.
Finalmente relativizó el éxito en el deporte cuando le preguntaron si era el momento más feliz de su vida.
"En el sentido de felicidad creo que mis objetivos pasan por otro lado, a nivel familiar, por otro tipo de cosas, mi mujer está embarazada y en abril vamos a tener un nacimiento. Esas cosas son más felicidad que el trabajo", concluyó.
