SANTIAGO.- Marc André Ter Stegen "se amurró" tras haber sido relegado al banco de suplentes en el Mundial de Clubes. El joven portero del Barcelona no se tomó bien que Luis Enrique le haya dado la confianza a Claudio Bravo.
Esto quedó en evidencia al ver lo lejano que estuvo en las celebraciones del cuadro catalán tras conseguir el título de campeón. Y ya le habría traído consecuencias.
Según el periódico Mundo Deportivo "el enfado de Ter Stegen no sentó bien en el vestuario. Sus compañeros entienden que esté molesto por no jugar pero consideran que no celebrar un éxito del equipo no es de recibo".
La publicación agrega que "si bien es verdad que por una parte todos entienden que es lógico, y hasta cierto punto normal, que el alemán se enfade por no jugar ninguno de los dos partidos del Mundial de Clubes, varios miembros de la plantilla quedaron molestos al ver que su compañero no se mostraba feliz por el éxito común".
Además, consideran aún más grave "tratándose de la consecución del Mundial de Clubes y de la guinda a una temporada casi perfecta e histórica con cinco títulos conquistados de seis posibles".
Ajeno a esto, Claudio Bravo cerró una temporada soñada donde ganó seis títulos y cuanto premio hubo. Los contrastes de los arqueros del Barcelona.