Así se despidió Ignacio Casale del Dakar.
Reuters
UYUNI-. Lo que pasaron en la sexta etapa del Rally Dakar 2016 será algo que definitivamente nunca olvidarán. Ignacio Casale, Cristóbal Guldman y Marco Reinike terminaron anticipadamente su participación en la prueba off road más ruda del mundo tras sufrir graves accidentes en la ruta de Uyuni.
Los 542 kilómetros de especial en la etapa más larga de la prueba fueron durísimos para los chilenos y terminaron por borrarlos de la carrera de la manera más cruel y despiadada.
El que quedó más complicado de todos fue Marco Reinike. El oriundo de Antofagasta se fracturó el tabique nasal, su muñeca derecha y la clavícula luego de que en la ruta altiplánica se encontrará con un remolino de arena.
La fuerte fuerza del aire impidió que el nortino viera una reja, la cual impactó de lleno con su KTM, que quedó completamente destruida. Reinike fue llevado inmediatamente por el helicóptero de asistencia.
Por el lado de Ignacio Casale, el "Perro" reconoció que vio pasar toda su vida mientras estaba inconsciente tras caerse con su cuadriciclo a una zanja a 130 kilómetros por hora en el km 369 del largo trazado.
"Fue durísimo. Vio imágenes de su infancia dar vueltas por su cabeza", aseguró a Emol un integrante del equipo del santiaguino, quien cuando fue rescatado apenas podía hablar y soportar el dolor tras quebrarse su clavícula izquierda.
Al igual que Reinike, Casale fue trasladado por vía aérea y derivado hasta el centro médico del campamento en Uyuni, donde se le aplicó morfina y descansó antes de emprender un vuelo a Santiago con escala en Salta para ser sometido a una intervención quirúrgica.
Finalmente, Cristóbal Guldman también estuvo muy cerca de protagonizar una tragedia. El piloto iquiqueño tenía una carrera tranquila, hasta que una gran piedra disparada por la velocidad de un camión le dio de lleno a su Kawasaki.
"Lo que me contó antes de quedarse dormido fue que de pronto vio que una piedra se le venía con todo. Lamentablemente, le dio muy fuerte a su moto y se dio como tres vueltas y cayó muy duro", contó a Emol Patricio Cabrera, uno de los competidores que aún siguen en carrera.
El iquiqueño arribó al campamento en una camilla dejando ver una mascarilla de oxígeno. No sólo los moretones y golpes sufridos lo aniquilaron, también los 4600 metros de altura del desierto.
Ahora los tres pilotos se están recuperando satisfactoriamente tras vivir una verdadera jornada del terror que pudo no sólo costarles el Dakar, sino que también su propia vida...