Mauricio Isla es uno de los valores importantes en el Olympique de Marsella.
AFP
MARSELLA.- "'Ponga un Isla en su equipo' podría ser un buen lema para un entrenador", bromea el técnico español del Olympique de Marsella, Miguel González 'Michel', que adora a su polivalente chileno, que de nuevo se retrasará hasta el lateral derecho el domingo contra Guingamp, en la liga francesa.
Mauricio Isla sabe hacer de todo. Comenzó su temporada marsellesa en la derecha, antes de imponerse en el centro del campo como la solución que equilibraba esa zona. Nacido delantero en la Universidad Católica, podría "incluso jugar como central" si es necesario, añade Michel. En Caen, en Copa de Francia, jugó de extremo derecho debido a la penuria de jugadores ofensivos.
Las bajas de dos laterales izquierdos, Benjamin Mendy y Paolo De Ceglie, obligan a Michel a poner al español Javier Manquillo en esa posición, y la lesión de Brice Dja Djédjé coloca por la Isla a derecha.
Pero no hay problema, "puede y sabe jugar en todos los puestos", afirma el entrenador, que alaba a menudo a su jugador.
A sus 27 años, Isla "comprende el juego a la perfección", "conoce su trabajo" y "es siempre fácil trabajar con él, me gustaría tener cuatro o cinco jugadores de este tipo en el equipo", señala Michel.
La utilización de Isla como recuperador en el centro del campo junto a Lassana Diarra había ofrecido "una verdadera estabilidad en el medio", reconoce Michel.
"Pero ahora lo necesito como lateral (contra Guingamp). Es una ventaja para mí saber que en caso de lesión Isla está ahí. Podría jugar incluso como central", añade.
El chileno acepta sus reposicionamientos "porque es un jugador de alto nivel", añade Michel.
"Hacía años que no jugaba en el medio, pero estoy dispuesto a jugar en cualquier puesto que me diga el entrenador. Es él quien decide", dijo el también jugador de la "Roja" cuando el técnico español lo ubicó en el centro, en la victoria en Saint-Étienne (2-0).