SALTA.- Se siente en cada esquina. No importa si por las calles de Argentina o Bolivia pasa un nueve veces campeón Mundial de Rally como Sébastien Loeb o un piloto desconocido. Los fanáticos se deleitan con todos y demuestran razones de sobra para que la prueba se mantenga desde 2009 en Sudamérica.
Pero esta verdadera fiesta comenzó con un amargo trago, luego de que durante el prólogo la piloto china Guo Meiling atropellara a 10 personas en la localidad bonaerense de Arrecifes.
Se pensó que aquel incidente no empañaría la carrera. Pero lo sucedido ayer con el hombre de 63 años que falleció tras ser arrollado por un piloto francés en Bolivia definitivamente pone en el tapete la siguiente pregunta: ¿Está cumpliendo el Dakar con todas las medidas de seguridad?
Sucesos graves, que en el caso protagonizado por la competidora asiática, no tuvo fallecidos gracias a la oportuna y efectiva reacción de los planes de emergencia que dispone la prueba más dura del orbe.
El caso ocurrido ayer entre Uyuni y Salta se debió a que la persona no habría respetado las indicaciones y se encontraba en una zona no habilitada para el público.
Así lo explica el coordinador de seguridad de la competencia, Francisco Romero, quien en conversación con Emol habló en profundidad en torno al tema y descartó tajantemente alguna negligencia, principalmente en el hecho de la china.
"Ella tuvo un desperfecto en su auto. Iba a la velocidad permitida y en el lugar había un cerco de seguridad, con alambrado y la gente estaba bien ubicada. Fue un accidente, pero quedó demostrado que las cosas salieron de la mejor manera tras la situación. Yo siempre digo algo. Si a ti te pasa algo en la montaña, quizás nadie te va a buscar. Pero si te pasa en el Dakar, tienes todos los medios metidos en salvarte", explica el directivo.
El fanático en el altiplano no tuvo la misma suerte de los del primer día. Pero sí todos pudieron recibir la misma atención instántanea.
51 vehículos en pista, que son ojo directo de la ruta al equipo de seguridad, 11 helicópteros, dos aviones de emergencia y un seguimiento en línea por GPS de cada participante son algunas características de la detallada logística. Además de cercos en cada curva de las rutas.
Pero también hay un detallado trabajo previo que abarca investigaciones incluso solo semanas después de finalizado el Dakar.
"Ya en febrero de cada año comenzamos a ver que lugares son los más adecuados, identificando zonas sensibles en los que tomamos en cuenta todo. Desde ver si recorremos el cauce de un río seco hasta un mar de dunas. En eso se trabaja hasta julio, donde finalmente vienen las validaciones", sintetiza Romero.
En esa misma línea, el encargado profundiza que "obviamente hay sectores delicados en cuanto a la seguridad de público. Pero para eso hay herramientas deportivas, como poner límites de velocidad que los pilotos deben respetar. En el caso en que un competidor viole esa restricción, se le sanciona con multas económicas y deportivas. Si son reiterativas, el piloto queda expulsado.
Ahondando en el área del resguardo, Romero da a entender que para la organización no debe quedar ningún cabo suelto.
"Hay toda una logística. Tomamos notas y las llevamos a los responsables fuera de la carrera, que son Gendarmería en el caso de Argentina. Realizamos también un reconocimiento de pista haciendo una especie de simulacro de como vendrían los pilotos, no dejando escapar ningún detalle, fijando zonas oficiales y espontáneas para el público que se coordinan en conjunto con las autoridades de orden", aseveró
De esta manera y pese a la intranquilidad que pueden generar los accidentes, los fanáticos pueden estar tranquilos en cuanto a su seguridad. En lo que respecta al entusiasmo, será difícil. Y es que con cada rugido de motor también se enciende la exacerbada pasión tuerca de los sudamericanos.