La camioneta de Álvaro Chicharro ha sufrido, pero sigue en carrera.
Prensa Fotón
SANTIAGO.- De los 13 chilenos que salieron el pasado 3 de enero desde Buenos Aires, sólo siete siguen en competencia. Llamando la atención que la categoría autos es la única que no ha tenido bajas hasta el momento. Cinco criollos se mantienen en esta serie, pero sólo uno en motos y otro en quads.
Y quienes continúan en competencia han tenido distintas civencias en estos 12 días de recorrido. Según escribe este viernes El Mercurio, el más feliz es Álvaro Chicharro, que en esta participación -su cuarta- logró su mejor resultado: el martes, en la etapa Belén-Fiambalá, el piloto de 58 años finalizó 31º, un día después de vivir toda una odisea por el corte de una cañería de freno.
"Se nos rompió el tubo cuando llevábamos un cuarto de carrera. Tuvimos que repararla artesanalmente con una cinta y no pudimos hacerlo bien. Por eso, en el enlace pasamos a un pueblo, compramos la cañería y la pusimos nosotros mismos", cuenta el autodidacta mecánico.
La camioneta Foton ha cumplido con la expectativa de Chicharro. "No es de las mejores, pero está bien armada. Tiene buena ingeniería", explica. "El objetivo es llegar a Rosario y disfrutar. Estoy muy contento y conforme".
Con De Gavardo y Bianchi en la memoria
En el Dakar 2015, Rodrigo Moreno tuvo una destacable actuación al finalizar 20°. Ahora está más retrasado: "Hay dos razones: primero, porque no ando en el mejor vehículo posible; y dos, la competencia está mucho más fuerte en todo sentido. Por eso, estar dentro de los 50 mejores es bueno, porque hay varios equipos grandes con excelentes pilotos", asegura.
La camioneta de "Mamoro" destaca por las fotos, que lleva en su parte trasera, de Carlo de Gavardo y Gino Bianchi, ex competidor del Dakar fallecido en 2011. "Con el 'loco' Gino éramos muy amigos. Como a él le gustaba todo esto, lo quería llevar en una foto. Y el 'Carloco' era un grande, que nos inició a todos en esto del rally. Por eso quería tenerlo también".
El de mejor ubicación es Boris Garafulic. Su meta, en un Mini, es entrar en el top 10. "He rondado entre el 18° y el 23°, y evaluando la constelación de estrellas que están corriendo, al final del día uno tiene que ser cuidadoso con quién se compara. Me hubiera gustado estar más arriba, pero ha sido una carrera dura y estoy satisfecho", asevera.
La suspendida jornada del martes fue extrema, y así lo detalla Garafulic. "Fue muy complicado, porque por momentos había 60° grados dentro de los autos. Mi navegante Filipe Palmeiro estuvo al límite. Estaba casi desvanecido y no sentía las piernas. Por suerte pudimos parar a tomar el agua que nos lanzaban desde los helicópteros", comenta.
Por la ilusión
Daniel Mas ocupaba un destacable 26° lugar en su segundo Dakar, luego de ser 53° en 2013. El dueño de South Racing completaba una carrera en ascenso hasta que se topó con el "infierno" de Fiambalá, donde estuvo parado por cerca de siete horas. "Ese fue un verdadero día de Dakar, muy pesado, pero llegamos", dice en su arribo al bivoauc.
"Nos pegamos tres veces en un terreno con arena muy blanda. Hubo días muy duros, pero hay que seguir con todo en estas etapas que nos quedan. Terminar es lo más importante", comenta el serenense.
Por último, el debutante Juan Carlos Vallejo luce sonriente. El chileno residente en Lima está cerca de completar el primer Dakar de su vida. "Vamos avanzando día a día, saltando todos los desafíos. La ruta se puso más complicada en las dunas de Fiambalá, pero vamos avanzando", cuenta.
Para las últimas etapas, el empresario espera no pagar el noviciado. "No conozco bien los terrenos que vienen, pero en Perú entrenamos en varios terrenos, así que esperamos no andar tan mal. Nuestro objetivo es llegar a Rosario y no volvernos locos por salir un poco más adelante en el ranking ".
