SANTIAGO.- "La experiencia ha sido increíble, un sueño hecho realidad", así describe Pablo Huete su recorrido por el extranjero. Él es uno de los diez rugbistas chilenos que juegan en el exterior y que defienden a la selección adulta.
Pero, ¿Cómo es la vida de los que deciden cumplir un sueño e irse del país a buscar una mejor oportunidad? En Emol conversamos con Simón Pardakhty, Pablo Huete y Ramón Ayarza, que están jugando en Francia y con Sergio De La Fuente que se encuentra en Nueva Zelanda. Aquí sus vivencias...
Pardakhty estudiaba Educación Física en la Universidad de Chile y Ayarza Ingeniería Comercial en la Universidad Católica. Ambos, aunque en distinta fecha, viajaron a Nueva Zelanda y participaron de una academia de rugby, cuando volvieron a Chile se dieron cuenta que debían regresar. "Tomé la decisión de partir porque sabía que era lo mío, estaba convencido", dice Simón, hoy jugador del Stade Rodez Aveyron.
Por su parte, Pablo Huete, jugador del Aviron Bayannais, comparte lo anterior y señala que "la idea de ser rugbista profesional me hizo tomar la decisión de salir de Chile e intentar lograrlo, en un principio me fui sin nada listo". El oriundo de Copiapó, Sergio De La Fuente, asegura que "dejé todo por el rugby".
Buscar un club: El primer desafío
Cuando la decisión está tomada, viene el primer paso que es buscar un club donde jugar. Los chilenos han tenido distintas experiencias, dependiendo del país al que escogieron ir.
"Francisco Deformes, que era un jugador de Old Macks en ese tiempo, se fue a Nueva Zelanda, estuvo una semana y me llamó, me dijo que estaban buscando otro primera linea y si me quería ir… no lo pensé y partí", dice Sergio De La Fuente. Claro, muchas veces los jugadores se van donde están los compatriotas.
"En Nueva Zelanda, como uno se va a clubes que no son profesionales hay que buscar en qué trabajar, entonces vamos donde están los otros chilenos", sostiene Ayarza, jugador del ROC La Voulte. Pero aclara que "en Francia no funciona así, hay que tener un agente ya que el deporte es profesional. Si no tienes a alguien que se haga cargo de tu traspaso es muy difícil". Esta persona, según explican los chilenos, es un intermediario entre el jugador y el club.
En tanto, Simón cree que es muy importante crear una buena relación con todas las personas que tienen que ver con el deporte "porque ellos forman parte de tu evolución rugbística, influyen en los comentarios que dicen de ti. Todo eso ayuda en cómo se van dando los traspasos en los clubes".
El rugby, mi trabajo
Pardakhty, Huete y Ayarza juegan en ligas profesionales en Francia y viven de este deporte. "Juego en la segunda división francesa que es completamente profesional, entrenamos todos los días alrededor de siete horas, por lo que es mi trabajo. Vivo de esto", dice Huete.
Todos los clubes ofrecen cosas distintas, lo cierto es que los que son profesionales se hacen cargo de sus jugadores. "Tengo sueldo, departamento y auto, todo eso me lo da el club, ya que me dedico cien por ciento a esto", asegura Pardakhty.
En tanto a Sergio De La Fuente que defiende a un equipo amateur en Nueva Zelanda, además de prepararse para jugar, debe trabajar. "Yo compatibilizo mi rutina de entrenamiento con hacerme cargo de una granja familiar que produce leche".
Tiempo libre: Estudiar, jugar golf...
Si bien la vida de los chilenos es intensa y gran parte de la semana lo dedican a este deporte, hay tiempo para salir de la rutina. "El rugby es mi trabajo, pero como sé que no es para siempre ahora estoy estudiando por internet. Entonces estudio sólo y después tengo que dar exámenes", cuenta el jugador del ROC La Voulte, quien además reflexiona que una de las cosas más difíciles es "cambiar la mentalidad de que el rugby pasó de ser mi hobbie a mi trabajo. Antes veía todo el día partidos en la televisión, hoy sólo los buenos".
Pardakhty tiene libre sólo los jueves en la tarde, que a pesar de que cree es una buena instancia para descansar, trata de hacer cosas distintas. "Empecé a jugar golf, nos juntamos cinco amigos y lo pasamos bien. Tratamos de distraernos un poco".
¿La selección chilena o el club?
Los jugadores que están en el exterior tienen que buscar compatibilizar jugar por la selección y su club. ¿Por qué? Porque algunos de los torneos que juegan "Los Cóndores" no están en una ventana internacional entonces coincide con que el club está disputando su campeonato.
"Tenemos que buscar el equilibrio. Por un lado esta defender a mi país que siempre es un orgullo y un privilegio, pero por otro lado yo elegí ser profesional, que es el sueño por el que me fui de Chile", piensa el jugador de Stade Rodez Aveyron.
"Hay que tomar decisiones que muchas veces se inclinan más por el club, ya que es nuestra carrera y tenemos que progresar, ya sea cuando uno está al final del contrato y necesita renovarlo o para encontrar nuevos clubes", asegura Huete.
Es por eso que cuando "Los Cóndores" tienen que disputar campeonatos de más de una fecha, los jugadores no pueden participar de la totalidad de los partidos, sino que de acuerdo a la disponibilidad que les de el club. "Si me voy a Chile y me quedo un mes, puedo perder la titularidad en mi club", dice Pardakhty.
Por otra parte Ayarza comenta que "si yo quiero seguir jugando rugby toda mi vida y seguir subiendo en este deporte tengo que aceptar cuando el club no me deja viajar".