LOS ANGELES.- Los Golden State Warriors arrasaron a los San Antonio Spurs, que cayeron por 120-90 después de sufrir los efectos del huracán desatado por Stephen Curry y sus compañeros.
La Bahía de Oakland fue el escenario la noche del lunes del mejor partido de baloncesto que se puede ver en estos momentos, pues reunió a los dos grandes aspirantes al título de la NBA con apenas diez derrotas sumadas entre ambos en toda la temporada. Pero en realidad no hubo duelo.
Curry lideró la exhibición local con 37 puntos y seis triples en nueve intentos con apenas 28 minutos jugados. Con el partido ya decidido, la estrella de baloncesto del momento se sentó a finales del tercer cuarto y no volvió a salir a la cancha.
El triunfo permitió a los Warriors situarse con una marcha de 41-4 e igualar el mejor inicio de temporada de la historia de la NBA con los Philadelphia 76ers de 1967 y los Chicago Bulls de 1996.
Curry fue el líder de unos Warriors que rindieron a la perfección como equipo. De otra manera no se entiende que anotara 120 puntos ante unos Spurs que presumen de tener la mejor defensa de la Liga con apenas 89 puntos recibidos por partido.
Los reservas Shaun Livingston y Brandon Rush aportaron 13 puntos cada uno y Marresse Speights añadió 12.
Los Warriors dieron una exhibición de baloncesto y enseñaron cómo se domina el arte del pase. Cada jugada fue una invitación al espectáculo y luego su extraordinaria defensa consiguió secar a unos Spurs que nunca encontraron ritmo. Sumaron 26 pérdidas de balón, su peor marca de la temporada.
El equipo de San Antonio llegó a San Francisco con una racha de 13 triunfos consecutivos para disputar el primer partido de la temporada entre los dos favoritos al anillo, un dato que no hizo otra cosa que añadir motivación a los inspiradísimos Warriors.
Curry mostró desde el principio sus ansias de liderar el golpe de autoridad del actual campeón y anotó 15 puntos en el primer cuarto, a cuyo final se llegó con ventaja de Warriors por 29-23. El segundo cuarto fue una exhibición del equipo local, que con un 59 por ciento elevó a 15 puntos (62-47) la diferencia al descanso.
Lo que ocurrió tras el intermedio fue demoledor. Curry hizo lo imposible y elevó un poco más el nivel para anotar 18 puntos en el parcial 33-14 con el que se cerró el tercer cuarto ante una afición en pie. El base se sentó en el banquillo y todo lo demás sobró.
Casi nadie estuvo a la altura en los Spurs (38-7) y Kawhi Leonard fue su mejor jugador con 16 puntos. El argentino Manu Ginóbili se quedó en ocho tantos en los 19 minutos que disputó con una pobre serie de una canasta en seis lanzamientos.
"Fue un partido de hombres contra niños", resumió Gregg Popovich, el entrenador de los Spurs.
Pocos días después de su exhibición en la cancha de los Cleveland Cavaliers (132-98), los Warriors enviaron otro mensaje a sus rivales con otra noche de fantasía ante los Spurs. Ahora mismo nadie parece en condiciones de derribar al equipo que lidera un Curry asombroso.