El ex delantero franco-argentino David Trezeguet celebrando un gol durante su paso por River Plate de Argentina.
AFP
PARÍS.- El ex delantero franco-argentino David Trezeguet, campeón del mundo con Francia en 1998, confesó que nunca soñó con lucir la camiseta de la selección de Argentina, aunque sus ídolos de infancia, como Diego Maradona o Gabriel Batistuta, lo hicieron.
"Con los años me he preguntado si habría tenido sitio en la selección argentina, viendo los delanteros que tenían: Batistuta, Crespo... Ellos también jugaban en Italia en grandes clubes, como yo. Tuvimos más o menos el mismo recorrido. Me preguntaba si me hubiera adaptado al juego argentino", declaró Trezeguet a la revista "France Football".
El atacante nació en 1977 la localidad francesa de Ruán, donde su padre terminaba su carrera como futbolista, y regresó a los 3 años a Argentina de donde era originaria su familia.
Se crió y conoció el fútbol en la periferia de Buenos Aires, pero siempre admiró a los ídolos franceses como el piloto Alain Prost o el jugador de rugby Serge Blanco, comentó a propósito de la publicación de su autobiografía: "David Trezeguet. Blue Ciel".
"Siempre me atrajo ese país. Los amigos me llamaban 'el francés' porque sabían dónde había nacido. Francia está cosida a mi historia familiar. Hay antepasados llegados del sudoeste de Francia a Argentina en el siglo XIX, mi padre, que jugó en Francia, mi nacimiento...", explicó el delantero al que llamaban "Trezegol".
Trezeguet no ocultaba ese amor innato por Francia, pero tampoco renunciaba al país en el que se criaba y donde aprendió a jugar al fútbol.
"Al mismo tiempo, me sentía completamente argentino, son mis raíces. Pero quería descubrir ese país (Francia) a cualquier precio. Siempre tuve esa idea en la cabeza", recuerda Trezeguet, de 38 años.
Probó con el París Saint-Germain (PSG) en 1995, a los 18 años, pero no le seleccionaron porque el club no quería hacerse cargo de la manutención de su familia en Francia. Finalmente terminó jugando en Mónaco.
"Fue difícil al principio. El problema era el idioma", confesó el jugador, que después militaría durante una década en el Juventus, antes de iniciar un recorrido por clubes como el Hércules español, el Bani Yas de Abu Dabi, el River Plate y el Newell's Old Boys argentinos o el Pune City indio, hasta colgar los botines en 2014.