El argentino lamentó sus fallas frente al arco rival.
Aton
SANTIAGO.- Corría el minuto 84 del duelo entre Colo Colo y Atlético Mineiro por la fase grupal de la Copa Libertadores. Ya cerca del final, el marcador seguía 0-0 y la gente del estadio Monumental estaba impaciente, con la esperanza de poder romper la paridad y así quedar como líderes de su zona.
Fue ahí, con el reducto que estaba a punto de estallar, que el delantero argentino Martín Tonso realizó una espectacular jugada por la banda derecha, entusiasmando a todo el público presente, que se puso de pie y quedó expectante.
El jugador desbordó a toda velocidad, y cuando uno de los defensores brasileños llegó a cortarle el paso, Tonso enganchó, quedando cara a cara con el portero rival. La mitad de la tarea estaba hecha y sólo quedaba definir y hacer gritar al Monumental.
Y la verdad, sí gritaron, aunque de rabia en contra del trasandino
por fallar inexplicablemente aquella ocasión inmejorable. Es que tenía todo para hacer el gol, para que el recinto de Macul explotara y él se convirtiera en el héroe de la noche. Pero no. El atacante intentó fusilar de zurda enviando el balón lejos, muy lejos del arco. Su remate por poco se va del estadio. Increíble.
Y luego de la fatídica jugada, el ex Newell's se quedó varios segundos tendido en el pasto, los que parecieron eternos para él, mientras recibía los abucheos desenfrenados de la fanaticada alba.
"Matado", "sáquenlo al tiro", fueron los únicos comentarios reproducibles del sinfín de palabras que le dedicaron a Tonso tras fallar aquel gol.
Y la verdad es que la hinchada colocolina no estaba para nada contenta con la actuación del argentino en el cotejo. Los gritos en su contra venían desde mucho antes, donde lo tildaban de "flojo" y "displicente", y muchos recriminaron al técnico José Luis Sierra por cambiar a Juan Delgado (en reemplazo de Martín Rodríguez) y no al trasandino.
Pese a que el rosarino viene de realizar buenas presentaciones, tanto en el torneo local como en la Libertadores -incluso frente a Universidad Católica fue uno de los jugadores más destacados del partido anotando un gol- eso no le sirvió para salvarse de los abucheos de los forofos albos, quienes no perdonaron su falta de eficacia frente a la portería de los brasileños.
Tras el pitazo final, Tonso dejó la cancha lentamente, aún le pesaba esa oportunidad que tuvo para cambiar la historia del partido y -por qué no- ganarse con autoridad el cariño de la hinchada alba. Así su amarga noche llegaba a su fin...