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La gran jornada de Jorge Araya, el juvenil albo que debutó en la Libertadores y se llevó todos los aplausos

El canterano, de 19 años, fue uno de los puntos altos del duelo entre Colo Colo y Atlético Mineiro por el torneo continental. Hinchas, técnico y compañeros lo llenaron de elogios.

11 de Marzo de 2016 | 10:01 | Por Ignacio Guerra E., Emol
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El juvenil tuvo un buen desempeño en su debut con los albos.

Photosport
SANTIAGO.- Uno de los grandes problemas que debió enfrentar Colo Colo en la previa del duelo ante Atlético Mineiro fue la repentina lesión del defensor argentino Matías Zaldivia.

El zaguero trasandino venía jugando de titular, pero los problemas físicos lo dejaron fuera del encuentro por la Copa Libertadores -que terminó 0-0- obligando a José Luis Sierra a buscar un reemplazante.

Y la sorpresa fue mayúscula cuando se supo quién entraría en el 11 titular ante la baja de Zaldivia: Un juvenil de sólo 19 años que venía de debutar en Primera División el pasado domingo ante la UC.

¿Su nombre? Jorge Araya. La decisión de Sierra para tan importante partido causaba dudas antes del compromiso, sin embargo, el propio volante central se encargó de disiparlas. Y con categoría.

Una presentación perfecta que lo hizo merecedor de todos los aplausos y la felicitación de sus compañeros, cuerpo técnico, hinchas y hasta dirigentes. Pero más allá de los elogios, la joven promesa no se marea.

"Estoy contento y feliz de haber jugado este lindo partido. No sentí presión ni nervios en ningún momento. Me tomé con calma este debut y ahora muy feliz", declaró tras el lance.

Araya también reveló qué le pidió su entrenador para tan importante duelo. "Me dijo que estuviera con (Esteban) Pavez. Si me cubría él, yo tenía que salir. Pero lo importante fue que me dijo que estuviera tranquilo, que jugara como yo sé, como lo hice en los juveniles y como lo venía haciendo en los entrenamientos", confesó.

Y así lo hizo. El volante de 19 años no se amedrentó frente al Mineiro,. Demostró tranquilidad y serenidad en la mitad de la cancha. Ordenado, siempre bien ubicado y con perfectos cambios de juego que significaron el reconocimiento de la gente, tanto dentro como fuera de la cancha.

Esto, ya que tras el duelo, cuando el juvenil salió de los vestuarios fue abordado por todo aquel que se cruzara en su camino, desde periodistas hasta fanáticos que no perdieron la oportunidad de fotografiarse y pedirle autógrafos a la joven figura. Sin dudas, algo nuevo para un jugador que viene recién saliendo del anonimato, aunque él tiene todo claro: "Esto no significa que se me suban los humos".

"Estoy tranquilo con todo esto, así que me lo tomo con mucha calma. La verdad es que estoy muy feliz por haber jugado y espero tener la chance de seguir haciéndolo. Daré mi máximo esfuerzo para eso", señaló.

Todos felices con Araya


El primer partido de Jorge Araya por la Copa Libertadores no pasó inadvertido para nadie. Con sólo 19 años, su buen desempeño frente a un importante equipo brasileño como Atlético Mineiro fue alabado y felicitado por todos, partiendo por su técnico José Luis Sierra.

"Él se ganó la oportunidad, no se la di yo. Tiene todas las capacidades y entrena muy bien. Tuvo lesiones en el pasado que no le han permitido avanzar en su desarrollo. Hoy estuvo a la altura del partido, apenas perdió una pelota", indicó el estratega tras el encuentro.

Aunque los elogios no sólo llegaron desde el cuerpo técnico, ya que sus compañeros también le dedicaron palabras al canterano. "Lo hizo excelente. Un chico que estaba debutando en un torneo internacional, y la forma en que lo hizo, con mucha serenidad, muy tranquilo, ordenado. Fue fantástico. Fue un partido muy bueno para él", señaló el portero, Justo Villar.

Además, la hinchada no se cansó de aplaudir al juvenil. De hecho, antes de que comenzara el pleito, Araya fue uno de los más ovacionados por el público cuando fue nombrado en la formación titular, con la misma intensidad que a los estandartes del equipo Esteban Paredes y Jaime Valdés, quizás como un presagio de lo que se venía.

Aunque, lejos, el más feliz con todo esto fue su padre, del mismo nombre, quien señaló que "no podría estar más contento, después de tantos años de sacrificios. Ni siquiera estaba nervioso, porque lo conozco. Siempre converso mucho con él y yo mismo le voy diciendo las cosas para que esté tranquilo".
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