SANTIAGO.- Es lunes y son las 07:00 horas. El seleccionado nacional de rugby, José Ignacio Larenas ya se encuentra en el CAR de Pedro de Valdivia para comenzar su intensa rutina. Después de alrededor de una hora y media el ingeniero comercial de la Universidad de Chile se va al trabajo hasta las 18:00, para luego tomar sus cosas y dirigirse a otro entrenamiento, esta vez con sus compañeros de selección.
Esto se repite todos los días, dependiendo si está o no en temporada de selección, sino entrena para defender a la Universidad Católica, equipo del que es capitán.
"Te tiene que gustar demasiado, porque hay que dejar muchas cosas de lado", asegura el jugador de "Los Cóndores". Además, agrega que "los clubes no nos pagan, pagamos por jugar".
Pero, ¿cómo es la realidad de los chilenos que practican este deporte? ¿cuáles son las principales dificultades? ¿es suficiente la satisfacción personal para justificar el esfuerzo? En Emol conversamos también con Benjamín Soto, capitán de "Los Cóndores" y Gianni Sichel, capitán de Country, actual campeón del rugby chileno para hacer un repaso.
"Pagamos por jugar"
Los chilenos que juegan hoy en un equipo de rugby, en primera división, sea seleccionado nacional o no, cumplen con características muy similares. Una de ellas, es que debe pagar una cuota en su club para poder defender la camiseta. Esto, según explican los mismos jugadores, es para financiar la indumentaria, traslados, los conocidos tercer tiempo, alojamiento en el caso de jugar fuera de Santiago, etc.
"Así de loco, pero es nuestra realidad. Ningún club tiene la plata para pagarle a un jugador", comenta Benjamín Soto, capitán de "Los Cóndores" y jugador de Stade Frances.
El estudiante de nutrición dice saber que no va a vivir del rugby, pero que todo funciona en base a una satisfacción personal. "Uno desde chico sabe que no se va a dedicar al cien por ciento, es por eso que la mayoría de los jugadores estudia o trabaja".
Además, agrega que "yo me considero deportista de alto rendimiento hace rato y no tengo ningún auspicio, no recibo nada de nadie. Ninguna zapatilla o un polerón".
El rugby y…. el trabajo, estudio, familia y amigos
Lo anterior es transversal para todos, no hay diferencias entre quiénes son nominados a la selección y quiénes no. Gianni Sichel, capitán de Country, equipo campeón del rugby chileno cree que "se hace por un crecimiento personal. Yo trato de darle todo lo que puedo de mi tiempo al deporte".
Sichel es emprendedor y papá de una niña. "Entreno en horarios extremos. Lo que más cuesta es repartir los tiempos. Trato de priorizar la calidad más que la cantidad, porque ahora yo estoy con mi trabajo, además estoy haciendo un curso de ciencias políticas, voy a buscar a mi hija al jardín, entre otras cosas".
Pero, todos comparten que es complicado. "Para mí lo más difícil son los tiempos de descanso, estás en función de esto gran parte del día. Uno tiene que compatibilizar la relación con la familia, los amigos y la polola. Es clave que te apoyen", asegura Larenas.
"Mis amigos deben pensar que estoy loco"
Los que practican el deporte de la ovalada concuerdan en que lo que más se necesita es pasión y creer en lo que están haciendo. "El que te guste demasiado hace que le des prioridad en tu vida y en tus tiempos", asegura Larenas. Además piensa que "mis amigos deben pensar que estoy loco: entrena todo el día, está cansado, juega el Americas Rugby Championship y tiene malos resultados. Al final es sólo satisfacción personal, pasión por este deporte".
"Cuando uno hace cosas del amateurismo, se hace por amor. Esa es la gratificación más grande, cuando la mayoría de la gente lo hace por algo a cambio, acá se hace por el crecimiento personal y de mi club", piensa Sichel.
Para finalizar el capitán de "Los Cóndores" sostiene que "quien practica el deporte le gusta mucho hacerlo… Imagínate, te metes a una cancha a golpearte, destinas todos los fines de semana, por la selección veranos enteros, pero a cambio hay sólo satisfacción personal".
El capitán de Católica antes de acostarse prepara su bolso para el entrenamiento, pensando además en sus responsabilidades en la CCU, empresa donde trabaja. Soto, organiza los horarios de la universidad y en los que puede ir a hacer deporte, por último el jugador de Country distribuye sus tiempos entre su hija, el estudio, el trabajo y la ovalada.
Juegan en clubes distintos, son rivales los fines de semana en la cancha y hacen diferentes cosas, pero comparten una tremenda pasión, el rugby.