Fernando Alonso "se salvó por poco" del accidente que protagonizó en Australia.
AP
BERLÍN.- El español Fernando Alonso "se salvó por poco" en el accidente que protagonizó a 310 kilómetros por hora en el Gran Premio de Fórmula 1 de Australia, según el médico de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) Jürgen Lindemann.
"Cuando un piloto experimentado como Alonso se ve en las imágenes volando por los aires y saliendo ileso puede decirse a sí mismo: 'Este auto es el vehículo más seguro posible'. Pero no olvidemos una cosa: Tuvo suerte. Se salvó por poco", destacó Lindemann en una entevista que publica hoy el semanario alemán "Der Spiegel".
El médico de la federación estimó que pese a caminar por los boxes poco después del accidente, Alonso seguramente sintió el impacto del choque en el cuerpo.
"Yo no estaba ahí presente, pero seguro que le dolían los músculos y los huesos. Eso tarda una semana y después se acaba, por regla general. Estos chicos tienen cuerpos muy entrenados y muy elásticos. Pueden encajar bien algo así".
Según Lindemann, la mejor forma de superar el shock consiste en "descansar, relajar los músculos, comer liviano, dormir. Y después volver al auto lo más rápido posible".
"Siempre me asombra la forma en la que superan esto. He visto a corredores salir de una montaña de chatarra, caminar hacia los boxes y subirse a otro bólido. Algo impensable para nosotros", añadió.
El médico recordó que un accidente de este tipo deja secuelas en la mente de los pilotos.
"Algunos no pueden dormir o se despiertan bañados en sudor. Es algo psíquico que no tiene tanto que ver con la tortura para el cuerpo. Un accidente grave implica un estrés impresionante para la mente. El corredor vive todo como si ocurriese en cámara lenta. Y completamente consciente", explicó el médico.
Lindemann también consideró típica la reacción de Alonso, quien contó que pensó en su madre en el momento en el que volcaba con el bólido. "Es una conducta clásica. Por eso salió tan rápidamente del coche, para mostrar que estaba bien".
El doctor cree además que los pilotos están dispuestos a correr cada vez más riesgos. "La disposición al riesgo, en especial por parte de los corredores muy jóvenes, crece de una manera exponencial", concluyó Lindemann.