Vidal y su especial noche.
AP
BARINAS.- No hay dudas que la noche de Arturo Vidal en el triunfo de 4-1 de Chile sobre Venezuela, por las Clasificatorias, fue muy especial. Y por varios condimentos.
El volante del Bayen Múnich debutaba en la era Pizzi tras perderse el duelo ante Argentina por acumulación de tarjetas amarillas. Y en su primer partido fue clave.
El mediocampista anotó dos goles en la victoria y además fue fundamental en el sistema de juego de la "Roja". Pero lograr todo eso no fue nada sencillo.
Desde los primeros minutos el ex Juventus demostró que sería un encuentro trabado, duro y de mucho roce. A los 21' Vidal tuvo su primer encontrón de la noche.
Tras los reclamos venezolanos porque Chile no tiraba el balón fuera al estar un jugador local en el césped, el volante tomó el balón con la mano en el centro del campo y lo tiro lejos. Allí se armó la grande.
El seleccionado nacional se encaró con un par de futbolistas de la "Vinotinto". Hubo un fuerte intercambio de palabras y pechazos, mientras que desde la tribuna llega la primera reacción de la jornada: "Borracho, borracho", se escuchaba cada vez más fuerte.
Más tarde, el ex Colo Colo fue a decirle algo al oído a Mikel Villanueva tras dejar salir el balón por la banda y nuevamente hubo empujones y declaraciones de alto calibre.
A los 43' Vidal pudo anotar, pero mandó el esférico muy lejos. El "borracho, borracho" otra vez se escuchaba con fuerza en las tribunas.
A esa altura el volante del Bayern ya era odiado por el público y los jugadores venezolanos, quienes le encostraban su fuerte temperamento.
En el segundo tiempo, el mediocampista nacional bajó las revoluciones, se centró más en el partido y vino el resultados: Dos goles que sentenciaron el triunfo de Chile. El "borracho, borracho", ya no retumbaba.
La noche de odio de Vidal terminaba con mucha gente elogiándolo en las tribunas, algunas de esas mismas personas que duramente el encuentro se burlaban de él por sus bulla dos escándalos fuera de la cancha. Las vueltas de la vida...