SAN FRANCISCO.- Los Minnesota Timberwolves dieron la gran sorpresa de la última jornada de la NBA al vencer en la prórroga por 124-117 en la cancha de los Golden State Warriors, que pusieron en serio peligro su intento de convertirse en el equipo con la mejor marca de la historia en temporada regular.
Los Warriors se situaron con una marca de 69-9 a cuatro partidos del final de la temporada regular. Necesitan ganarlos todos -dos ante San Antonio Spurs y otros dos ante Memphis Grizzlies- para superar el récord de 72-10 que tienen los Chicago Bulls desde 1996. Una misión muy difícil para un equipo que mostró grietas en las últimas semanas.
Si la pasada semana fue sorprendente la derrota 106-103 ante los Boston Celtics, más difícil de entender fue su partido ante los Wolves, que llegaron al Oracle Arena con 52 derrotas a sus espaldas.
El suplente Shabazz Muhammed fue el inesperado protagonista de los Wolves al anotar 35 puntos, la mejor marca de su carrera, y Andrew Wiggins hizo nueve de sus 32 tantos en la prórroga.
El base español Ricky Rubio aportó dos tantos en 34 minutos de juego al anotar sólo uno de sus seis tiros de campo, aunque entregó nueve asistencias.
Los Warriors desconectaron en el tercer cuarto y desperdiciaron una ventaja de 17 puntos. Klay Thompson anotó 28 puntos y Stephen Curry sumó 21 tantos y 15 asistencias, pero con una pobre serie de siete canastas en 25 intentos.