La convivencia sigue sacando ronchas.
El Mercurio
SANTIAGO.- A medida que van pasando las horas, siguen surgiendo más capítulos del polémico asado que provocó la marginación de cinco jugadores de Universidad de Chile y una verdadera crisis al interior del club azul.
Tras la conferencia de prensa que dio el técnico Sebastián Beccacece y los descargos de uno de los implicados en el hecho, Leonardo Valencia, ahora se sumó otra versión.
Y es que La Segunda contactó al dueño del centro de eventos El Alfarero de La Pintana, lugar en que los futbolistas azules se reunieron para festejar por adelantado el cumpleaños de Gonzalo Espinoza. El propietario, Fernando Cruz, aseguró al diario que "aquí pasó de todo, pero no puedo contar nada".
Por su lado, un funcionario de unas compañías que se encuentran en el sector confirmó la presencia de mujeres y alcohol en el asado del martes.
En tanto, Gladys Novoa, una de las pocas vecinas del sitio ubicado casi al final de la avenida Santa Rosa, entregó más detalles al periódico.
"Pasadas las 6 de la tarde comencé a escuchar. Sentí que había gritos y cantos. Los hinchas estuvieron adentro y al rato salieron cantando y muertos de la risa. Pensé que estaban viendo algún partido. Yo vi como seis autos que entraron al lugar. Es un centro caro, sólo llega gente exclusiva", reconoció.
Además, agregó que la convivencia "terminó entre las 10 y 10:30. Escuché petardos, pensé que eran balazos, pero mi hijo me dijo que eran bombas de estruendo que salían del lugar donde estaban los jugadores e hinchas".
Consignar que los futbolistas sancionados por la dirigencia son Gonzalo Espinoza, Cristián Suárez, Leonardo Valencia, Joao Ortiz y Luis Felipe Pinilla, aunque este último está entrenando con la Sub 17.