Espinoza, Suárez y Valencia, tres de los cinco jugadores "cortados" en la U.
El Mercurio
SANTIAGO.- Azul Azul, concesionaria que administra el club Universidad de Chile, podría sumar un nuevo dolor de cabeza.
Esto porque la marginación del plantel de cinco jugadores -Leonardo Valencia, Gonzalo Espinoza, Joao Ortiz, Cristián Suárez y Luis Felipe Pinilla-, tras el polémico asado, sería un mal negocio para el club, debido a que los involucrados podrían autodespedirse, amparados en la ley.
"El club sabe que es infracción del empleador separar a los jugadores y cada uno de los futbolistas tiene que tomar ahora una decisión. Al incurrir en la infracción, los jugadores se pueden autodespedir", explica a El Mercurio, Carlos Soto, presidente del Sifup, quien ayer sostuvo una reunión con algunos afectados.
Esta decisión se puede fundamentar -añade el dirigente- en el artículo 152 bis 1 que dice que "la terminación del contrato otorga libertad de acción al deportista profesional. Además deben ser indemnizados por lo que resta de contrato".
"¿Qué hará el club? ¿Enviarlos a préstamo? ¿Llegar a acuerdo? La U propone permiso administrativo de 10 o 14 días con derecho a sueldo, pero los jugadores pueden rechazar ese ofrecimiento. La próxima semana Azul Azul debería resolver", indica Soto.
Por último, el representante del sindicatos de los futbolistas profesionales asegura que "la U tiene la pelota. Es evidente que no hay infracción al contrato en ningún caso por parte de los jugadores, en cambio ahora el club podría perder el patrimonio que en aquellos invirtió".