SANTIAGO.- Fuera de la Copa Libertadores y muy complicado en la lucha el título del Torneo de Clausura, la paciencia se acabó en Colo Colo. La situación parece insostenible.
La derrota por 3-1 ante Palestino en el estadio Monumental hizo estallar a los jugadores del Cacique en un quiebre que ya viene acentuándose hace semanas. Los jugadores nuevamente no se guardaron nada y las críticas fueron duras.
Los referentes del plantel albo se lanzaron con todo contra Blanco y Negro y aunque evitaron mencionar directamente a la concesionaria, sus dardos fueron claros. Es que la molestia ya acabó con su paciencia.
"Esto es un duro golpe. Hay que ser sinceros, no alcanza sólo con lo que uno pone. No todos han hecho las cosas bien, cada uno debe asumir su rol", fue el primer análisis de Julio Barroso.
Pero el defensa argentino tenía más que decir. "No se hizo bien el trabajo, no hablo de jugadores ni del entrenador. No se planificó como corresponde y esto no es más que una crónica de una muerte anunciada", fue su desahogo.
Y luego puntualizó: "Las cosas que no se han hecho bien no salen de la banca. Los chicos no están preparados para asumir tantas responsabilidades y ellos claramente no son los culpables, no se les puede cargar".
Pero no sólo Barroso alzó la voz, también Jaime Valdés. Y el discurso del volante albo siguió en la misma línea que su compañero.
"Dejamos escapar una linda oportunidad, pero esto es así. Hicimos un desgaste tremendo, el plantel no es muy numeroso y eso nos pasó la cuenta", se quejó.
Y agregó: "Siempre nos entregamos al máximo. Tratamos de hacer lo posible en los dos torneo y no alcanzó. Muchos de mis compañeros no han estado al 100 por ciento por esto y eso te pasa la cuenta".
El quiebre entre el plantel de Colo Colo y la dirigencia viene desde hace unas semanas y tras la eliminación de la Copa Libertadores se agudizó aún más.
De momento todo es negativo en el Cacique. Ni los resultados ni el ambiente acompañan a un equipo que hoy parece caminar en un túnel sin salida.