SANTIAGO.- Nuevamente un insólito acto de violencia remece al fútbol argentino, luego de que en la final por uno de los ascensos del Torneo Federal C se desatara un escándalo en el campo de juego y en el estadio.
En el duelo de vuelta que enfrentaba al cuadro local Jorge Newbery de Comodoro Rivadavia y Círculo Deportivo de Nicanor Otamendi en Chubut, sucedieron hechos inéditos y en los que estaría involucrado el jugador de San Lorenzo, Pablo Barrientos.
Y es que antes del pitazo inicial y cuando ambos conjuntos efectuaban el saludo de rigor, un hincha del elenco dueño de casa ingresó al campo de juego en compañía de otros forofos.
El aficionado fue hasta el punto central, encaró al árbitro acusándolo de arreglo, además de amenazar a los jugadores rivales, lanzándoles incluso un escupitajo a uno de ellos.
"De acá no se va nadie", "los vamos a matar a todos", fueron algunos de los duros mensajes proferidos por el barra brava.
Pero la polémica no quedó en eso, ya que cuando los forasteros lograron la igualdad transitoria en el cotejo que terminó favorable para el anfitirión, llovieron piedras contra los familiares y pocos hinchas que habían acompañado al equipo.
El triunfo de los locales forzó la definición a penales, que incluso también fue vista por los barristas en el propio campo de juego.
En medio de toda esta polémica, el mediocampista Pablo Barrientos, nacido en Comodoro Rivadavia, presenció el duelo y estaría siendo acusado por Círculo Deportivo de maltratar a mujeres y niños cuando querían retirarse del recinto.
Cabe destacar que aún no se conoce el informe del árbitro, por lo que el supuesto mal comportamiento del actual pupilo de Pablo Guede en el elenco de Boedo podría comprobarse.