SANTIAGO.- Sacrificio, ganas de surgir y amor por el deporte. Estas son solo algunas de las características que definen a los 10 deportistas chilenos que a la fecha están clasificados a los Juegos Paralímpicos de Río 2016.
Ésta será la mayor delegación histórica de un representativo nacional en una cita de los cinco anillos. Y aquí te mostramos algunos de los relatos más impactantes de los criollos que dirán presente en Brasil
El accidente que cambió todo
Jorge Carinao tenía 17 años el 2008 y con una vida marcada por el deporte. Era un levantador de pesas con mucha proyección y con sueños de poder triunfar en su disciplina. Pero esos sueños se truncaron en diciembre de ese año.
"Estaba compitiendo en el Centro de Entrenamiento Olímpico haciendo el arranque en los 110 kilos y por una mala maniobra se me cayó la barra y me fracturó la espalda. Hasta ahí no más llegué", recuerda el especialista.
Ese accidente le provocó la paraplejia que hoy lo tiene en una silla de ruedas, sin ninguna posibilidad de poder levantarse y caminar. Pero esto no ha sido una traba, es más, le dio más fuerzas. "El deporte fue mi empuje para salir adelante".
Hizo toda su rehabilitación en el Hospital del Trabajador y poco a poco comenzó a retomar su gran pasión. Ahora se prepara para la cita olímpica a la que clasificó gracias a una invitación. "Está difícil, pero mi meta es quedar lo más arriba posible".
Tarde le llegó el amor por el deporte
"Mi ceguera es casi completa. Veo sólo un dos por ciento, a lo más sombras y luces". A Margarita Faúndez le detectaron tarde su problema a la vista.
Ya tenía cinco años cuando sus padres le hicieron exámenes y descubrieron su problema. "Yo creo que esto lo tengo desde que nací, pero nadie se daba cuenta", reflexiona la atleta que irá a Río a participar en la maratón y los 1.500 metros.
Pero su amor por el deporte le llegó tarde. Tenía 20 años y recién empezó a motivarse con la actividad física. "Siempre estuve eximida de Educación Física y no me motivaba para nada. Hasta que entré a estudiar Masoterapia y conocí a varios ciegos que me instaron a entrar al deporte. Tan mal no lo he hecho parece", cuenta entre risas.
"La sociedad es discriminadora con los ciegos. Pero tampoco es algo que me quite el sueño, uno trabaja para demostrarle a la sociedad, y obviamente primero a uno mismo, que uno puede hacer las cosas, aunque existan limitaciones", es su pensamiento que la ayuda a seguir adelante y a soñar con un podio en la cita olímpica.
Del tenis a las pesas
María Antonieta Ortíz tiene 34 años. Y en Río vivirá sus segundos Juegos Paralímpicos. Claro que la gran diferencia es que a los de Londres 2012 fue por la disciplina del tenis en silla de ruedas y ahora lo hará en levantamiento de pesas.
"Cambié por mi hijo. Hace casi tres años fui mamá y decidí quedarme en Chile en vez de viajar, porque en el tenis son muchas giras. Fue grande el cambio, pero tenía hartas ganas y quise probar algo diferente", relata.
Su problema físico es la artogriposis, que es una malformación de las extremidades inferiores, con la cual nació. "No me hago problemas, toda mi vida he tenido esto así que ya me acostumbré. Eso sí, en algunos trabajos me han cerrado las puertas por mi condición".
En su infancia sus padres intentaron de todo para superar esta discapacidad. "Me hicieron hartas cirugías, pero mi destino era éste. Estaba rodeada de gente que me trataba de igual a igual, lo que agradezco. En la Teletón de Santiago me incentivaron y probé en distintos deportes".
A sus 14 años se siente "un ejemplo para los demás
Valentina Muñoz es la más joven de la delegación nacional. Con 14 años logró su cupo en la natación y piensa en grande. "Mi meta es una sola, seguir cumpliendo mis sueños, algo que ya he logrado y seguiré haciéndolo".
Sufre de artogriposis, lo que le impide tener movilidad ni musculatura en sus brazos. "Para nadar debo hacer harto gimnasio, harta movilidad dentro del agua. Nací con esto, pero lo he sobrellevado. Nunca se me cerraron las puertas y yo me lo prometí, me dije ya, natación es lo que haré y sé que puedo. Si algo no me salía lo volvía a intentar hasta que se puede".
Su rehabilitación la realizó en la Teletón. El deporte fue como una vía de escape para ella y poco a poco se dio cuenta que era competitiva. Tanto, que está clasificada a los Paralímpicos.
"Me siento un ejemplo para los jóvenes con discapacidad, de que una niña Teletón pueda llegar hasta donde estoy yo", es su gran satisfacción.
Una asfixia al nacer marcó su vida
"Sufrí una asfixia al nacer. El médico se demoró mucho en sacarme del estómago de mi mamá, fue algo difícil. Pero lo superé y nunca me desanimé". Así explica Matías Pino su discapacidad.
A raíz de esto, padece una displejia espástica que es una atrofia en los músculos que los hacen estar siempre rígidos.
"Asumí esto desde chico, mi familia ni yo nunca nos tiramos hacia abajo sino que pensamos positivo", cuenta el tenismesista que dirá presente en los Paralímpicos.
Y con sus 18 años considera que "ha ido creciendo el apoyo para los deportistas paralímpicos. Pero igual falta aún. Con méritos de medallas logramos todo el apoyo que necesitamos. Y yo creo que siempre tiene que haber más para el deporte paralímpco ya que tenemos una vasta cantidad de de deportistas ejemplares como Cristián Valenzuela, Juan Carlos Garrido".