SANTIAGO.- Un crudo testimonio compartió la delantera de Universidad de Chile, Fernanda Araya, de los hechos que ocurrieron este domingo en el Superclásico femenino frente a Colo Colo en el estadio Monumental,
pero que debió ser suspendido antes de comenzar por incidentes protagonizados por hinchas albos.
Para la jugadora azul, la responsabilidad de todo esto recayó en la mala seguridad que había en la cancha 2 del recinto de Pedreros.
"Como es de costumbre, llegamos junto a la familia y jugadoras de la juvenil a alentar. Colo Colo deja a pasar más de 200 hinchas de la barra, que llegan con fuegos de artificios, petardos, entre otros", relató.
"El problema no comenzó ahí, sino cuando pusimos una bandera de la U en nuestra galería y ellos llegan a quitarlas, a pegarnos, con piedras, patadas, combos", añadió la atacante de 21 años en una publicación que subió a su página de Facebook.
"Más de una compañera, madre, papá, sobrinos salieron dañados, quitándole las muletas a mi compañera recién lesionada de su rodilla, quitándonos los paraguas y agrediéndonos con los mismos, piedrazos rozando mi cabeza y muchas cabezas más", expresó.
"Tuvimos que arrancar de estos 'simios', ya que las amenazas con cuchilla empezaron, que nos matarían, a la salida cagábamos, entre otros. Fue una vergüenza una locura y un riesgo enorme para nosotros, los espectadores, las jugadoras y dirigentes de la U", agregó.
Pero la verdadera pesadilla que vivieron las jugadoras e hinchas azules no terminó ahí en la cancha, pues una vez que la jueza María Belén Carvajal tuvieron que aguardar "más de 1 y 30 minutos para poder abandonar el estadio".
"Nos estaban esperando. Los guardias eran máximo 4, Carabineros no quiso entrar porque era un recinto privado. Corrimos muchos riegos, el miedo se sentía tras las múltiples amenazas de esos barristas armados. Por último, menos mal el partido se suspendió", contó.
"Fin a la falta de respeto al fútbol femenino, que los hinchas de verdad que sienten y viven el fútbol femenino igual que nosotras nos vayan a alentar, no unos 'simios' que nos fueron a pegar, con solo familia de jugadoras, y jugadoras en la gradas, se les decía, pero claramente ellos no entendieron", remató.
Finalmente, Araya pidió un castigo para el recinto de Macul. "Espero que para encuentros de esta envergadura se tomen las respectivas medidas de seguridad, y que la localidad de Colo Colo sea suspendida hasta que se encuentre apto".
El duelo entre albas y azules era válido por la semifinal del torneo femenino y ahora está a la espera de ser reprogramado por la ANFP.
