SAN JOSÉ.- La estrella de la selección uruguaya, Luis Suárez, aseguró hoy que no estaba en condiciones de jugar ante Venezuela por no estar recuperado del desgarro muscular que sufre, con lo que
intentó zanjar la polémica que se generó por su reacción durante el partido ante la "Vinotinto".
"Quiero aclarar muchas cosas que se han dicho, que no son verdad", aseguró Suárez en una rueda de prensa que pidió convocar especialmente para sentar su postura.
"El día anterior ya se había dicho que no estaba disponible. El que sabe de un desgarro, sabe que no podía jugar", remarcó Suárez, que explicó sus razones del enojo por el tercer cambio uruguayo, que ya le impedía ingresar.
"La calentura viene de la impotencia, de no poder hacer nada y de ver que estábamos quedando eliminados. No tiene nada que ver con el 'Maestro' (Tabárez) ni algo con el cuerpo técnico", destacó el delantero del Barcelona. "Saben que por la selección hago de todo", añadió.
Suárez, que insistió en que reglamentariamente podía ingresar pese a figurar como lesionado en la planilla oficial, indicó que salió a hacer el calentamiento por iniciativa propia para aflojar tensiones.
"Yo me quería meter en la cancha. Es problema mío, por cómo soy y por cómo me sentía, no del 'Maestro'. Me fui a calentar solo", aseguró. "Además, me fui atrás del arco por todo lo que estaba gritando, y el cuarto árbitro ya me había advertido", sostuvo.
"Sabiendo que estaba acá, quería arriesgar. Además, el grito de la gente y todo el esfuerzo que hice para estar acá, me llevaron a actuar así. Pero repito, fue un problema mío y de nadie más", insitió Suárez, que le agradeció a Tabárez que lo haya cuidado para que no se agravara su lesión. "Hoy estaría llorando por los rincones".
"La lesión muscular del posterior te engaña mucho, porque parece que estás bien, pero no es así. Le agradezco al 'Maestro' lo que hizo, como pasó aquella vez con Costa Rica en el Mundial", recordó el goleador de la última Liga española.
De muy buen humor a pesar de la eliminación y el mal momento que vivió el jueves en Filadelfia, y bien dispuesto ante todas las consultas, Suárez se refirió a la imagen que repitió la televisión, sobre su puñetazo al banco de suplentes.
"La imagen que se vio fue ésa, pero le pegué 38 veces al banco y mostraron una", remarcó con una sonrisa. "Era por calentura e impotencia", destacó Suárez, que dejó en claro que es casi segura su ausencia para el duelo del lunes ante Jamaica.
"Si teníamos posibilidades, iba arriesgar, pero hoy es difícil. Es un partido que sólo tiene sentido por el orgullo de vestir la camiseta, pero será difícil arriesgar. No me descarto, pero hay que esperar una tercera prueba médica", sostuvo el astro, que aseguró que su club no presionó de ninguna manera para que no jugara el partido.
Además, se dio tiempo para aclarar los polémicos tuiteos en contra del técnico de la "Celeste" de su hermano mayor Paolo, de 36 años, quien juega en la liga de El Salvador, país donde está nacionalizado.
"Con él tengo una relación mínima, es mi hermano porque crecí con él, pero habló con él una vez cada tantos meses. Lo que dijo no es ni lo más mínimo que piensa ni mi familia ni la gente cercana a mí. Es salgo que se le ocurrió a él y me enojé porque el 'Maestro' se merece respeto", expresó.
"Me calenté por lo de mi hermano y le pedí disculpas al 'Maestro', porque eso le iba a llegar de alguna manera", añadió.
Finalmente, entregó sus candidatos para ganar la Copa Centenario. "Me gustaría que gane Argentina por Lio Messi y Javier Mascherano", dijo el uruguayo, que aseguró que el astro argentino "siempre marca las diferencias". "Está con muchas ganas y muy entusiasmado, y por eso le deseo que consiga el triunfo", añadió.
El otro candidato que menciono Suárez fue el equipo de Dunga, al que también le expresó su simpatía por Philippe Coutinho, ex compañero suyo en el Liverpool.
"Brasil también está a un gran nivel y lo demostró con el 7-1 a Haití, pero hay que ver como les va cuando empiecen a jugar contra rivales de un mayor potencial", señaló Suárez.