Los complicados días de Bravo.
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SAN JOSÉ.- El pasado 1 de junio el arquero y capitán de la selección chilena de fútbol, Claudio Bravo, se integró a la "Roja" en San Diego, Estados Unidos, en la previa del amistoso frente a México, dando por descartada la posibilidad de restarse de la Copa América Centenario.
El formado en Colo Colo dejaba claro que la enfermedad que sufre su pequeña hija no le haría renunciar al elenco nacional, y aseguraba que "el equipo está con muchas ganas de hacer un buen campeonato y ojalá podamos conseguir nuevamente el título".
Pero poco a poco que pasaban los días y se acercaba el debut frente a Argentina en el torneo continental Bravo se veía distinto, apagado, frío. Y tras la derrota por 2-1 ante la "Albiceleste" en Santa Clara, el 6 de junio, fue la última vez que habló con los medios acreditados: "Siempre que existe una derrota uno no se va con buenas sensaciones", decía esa noche el portero en el Levi’s Stadium.
Y bueno, claramente hasta hoy no han sido buenas sensaciones. El meta del Barcelona no lo están pasando bien en Estados Unidos. Es más, estos duros y ausentes 16 días desde que llegó al país norteamericano tienen a varios jugadores del plantel y al técnico Juan Antonio Pizzi bastante preocupados, debido a lo callado que ha estado con el grupo y poco participativo en los entrenamientos, sin las bromas que acostumbra a hacer en cada sesión de trabajo.
Si bien nadie quiere reconocer públicamente que el capitán vive un serio bajón anímico, muchos al interior de la delegación intentan ayudarlo para que vuelva a retomar su liderazgo y nivel.
De hecho, luego de los triunfos sobre Bolivia y Panamá, el golero no quiso hablar con la prensa. Según contó a Emol un integrante de la delegación "Claudio está preocupado por lo de su hija y la verdad que no ha querido hablar con los medios porque considera que han sido muy injustos con él, que las críticas han sido muy ácidas".
La misma fuente aseguró que "él está consciente que no ha hecho un buen campeonato, pero también tiene claro cuáles son sus condiciones como arquero".
Aunque ayer jueves estuvo más afiatado con sus compañeros en el entrenamiento, en el hotel de concentración de San José no se le ha visto compartir con los pocos hinchas que se encuentran afuera del lugar, a diferencia de lo que ocurrió en Boston y Filadelfia donde sí se fotografió con algunos forofos.
Son los días que hoy vive Bravo al interior de la "Roja" y donde todos esperan que el capitán vuelva a sacar la voz, sobre todo en la previa del trascendental choque por los cuartos de final ante México.
