Era el primero en ponerse desde los 12 pasos, con toda la responsabilidad que eso implicaba. Pero el volante no falló frente a Sergio Romero. Con una ejecución notable y que fue análisis de un estudio, abrió la ruta del triunfo en la serie y traspasó la presión a Lionel Messi.
Con Chile arriba, Argentina tuvo su turno y el primer pateador fue Lionel Messi. El astro trasandino se ponía cara a cara con Claudio Bravo, con quien comparte camarín en España. El arquero chileno adivinó el lado, pero el disparo del trasandino fue muy colocado. Las cosas quedaban 1-1.
Fue el disparo que más cerca estuvo de no ser gol de parte de los chilenos. El volante –por ese entonces en Juventus– ejecutó un derechazo que Sergio Romero alcanzó a tocar, pero la potencia de la ejecución terminó por sentenciar el 2-1 en favor de la "Roja".
Fue el primer fallo que terminó condenando a la "Albiceleste". Gonzalo Higuaín había tenido una gran chance al final de los 90 minutos, pero increíblemente erró. En los penales tampoco tuvo suerte con un tiro muy elevado y que tanto Bravo como los hinchas festejaron a rabiar.
El equipo de Sampaoli tenía la gran chance de sacar ventaja en la definición. Venía el turno de uno que en la serie de penales ante Brasil en 2014 había sorprendido con un misilazo. Aránguiz no dudó y al igual como aquella tarde en el Mineirao fusiló desde los 12 pasos. Chile se ponía 3-1.
Sobre Banega recaía una tremenda responsabilidad. El volante necesitaba marcar sí o sí para que Argentina estirara la definición, pero sacó un derechazo muy anunciado, provocando la reacción del arquero chileno, quien manoteó y desató la euforia. Chile estaba a un gol de ser campeón.
Con un penal más, Chile era campeón de la Copa América. Y el destino deparó que Alexis Sánchez se metiera en la historia con una definición de antología: El tocopillano se puso desde los 11 metros y resolvió con maestría, picándole la pelota a Romero y así decretar los festejos que estuvieron atorados por más de 100 años.