SANTIAGO.- Hizo historia y terminó muy conforme con su desempeño. Así se siente hoy Paola Muñoz, la chilena que acaba de transformarse en la primera ciclista en correr el tradicional Giro de Italia femenino, el Giro Rosa.
Cuenta que sacó muchas enseñanzas para el futuro. Y no es un futuro muy lejano, ya que en menos de un mes tiene otro desafío igual de importante: Participar en los Juegos Olímpicos de Río.
Antes de correr el Giro, Muñoz se había ilusionado con ganar una etapa. Pero allá se dio cuenta de las enormes diferencias entre las grandes potencias europeas y un equipo en crecimiento como el de ella, el Xirayas de San Luis.
"Para conseguir eso necesitas un equipo fuerte, y en Sudamérica el ciclismo femenino recién esta surgiendo. Los europeos terminaron casi todos con las seis ciclistas y nosotras sólo finalizamos tres. Entonces ese ya es un me´rito", valora desde España donde se concentrará de cara a su participación en los JJ.OO.
Pero no quedó desanimada. Todo lo contrario. Dice que estar en esta prestigiosa carrera le sirvió porque "es una ventaja bastante provechosa porque vas sintiendo el tono muscular, la exigencia, las velocidades que se alcanzaban es precisamente lo que tendré en Río. Sólo los tuve con correr, no entrenando. Además, analizas las estrategias de carrera, para ver las condiciones en que se encontraban las ciclistas porque corrieron varias que participarán en Río".
Estado con la elite del ciclismo mundial, Muñoz, quien finalizó 88 en la clasificación general, cuenta que "se notó cuales eran las más fuertes para quien se iba a trabajar y quien va de gregaria. Gané experiencia, moverme en el pelotón, darle lectura a la estrategia de cada equipo y aprovecharse de eso porque correr solo partes en desventaja, pero a la vez una ventaja porque te liberas de toda responsabilidad y solamente juegas al azar".
Muñoz agrega que en Italia no quiso arriesgar ya que "de los 24 equipos que éramos, 12 disputaban y los carriles se hacían eternos. Nosotras éramos 3 corredoras a la fila del pelotón y tuvimos que mantener el lugar, sino adelante te toca ir a pelear un espacio que claramente te van a sacar porque se van sacando entre ellas de su misma equipo y te arriesgas a sufrir una caída grave. Son riesgos que en un período olímpico no puedes correr".
Y ya piensa en Río. De hecho, adelanta ya parte de su estrategia para la carrera que la tendrá el 7 de agosto en el Fuerte de Copacabana.
"Se hará alianza estratégica con países que clasificaron sólo a una, que en este caso son España, Cuba, Colombia, Venezuela. Y nos terminamos acompañando porque claramente partimos en desventaja y es una estrategia del ciclismo el hecho de darse una mano y trabajar en equipo cuando te ves sola contra potencias tan grandes como son Holanda, Italia e Inglaterra. Esto no es necesario conversarlo, eso se da por hecho. Cuando se larga la competencia, las corredoras se van buscando, es algo innato. Se entiende que las que van se unen", revela.
El 25 de julio llegará a Río su nueva bicicleta desde Estados Unidos. Allá su mecánico se la calibrará tal cual como tiene su implemento actual. Luego, el 29 viaja desde España a Río y "ahí estaríamos 8 días de aclimatación, adecuación a los cambios de horario y dejando todo cuadrado y reconociendo el circuito".