SANTIAGO.- Marco Estrada vivió momentos de gloria cuando el 2010 disputó el Mundial de Sudáfrica con la selección chilena. Milovan Mirosevic, ídolo de Universidad Católica brilló en la época de Juvenal Olmos en la "Roja". Y Hugo Droguett fue uno de los regalones de Marcelo Bielsa en el combinado nacional.
Pero todos esos momentos de gloria parecen haber quedado en el pasado. Y es que estos tres seleccionados son parte del listado de "ilustres cesantes" que hoy tiene el balompié local.
En el caso de Estrada terminó su vínculo con San Luis de Quillota y no renovó. Situación similar a la de Mirosevic, quien no siguió en Unión Española, mientras que Droguett tiene como última experiencia su paso por O'Higgins.
A ellos se suman los defensas Juan Abarca, Benjamín Ruiz, Sebastián Roco, los volantes Jason Silva, Alejandro Carrasco, además de los delanteros Juan Gonzalo Lorca y Francisco Pizarro, entre otros.
En total son 420 los sin club, siendo 120 entre clubes de Primera A y B, los restantes son de Segunda División Profesional.
Y todos coinciden que el gran problema es la normativa aprobada por el Consejo de Presidentes de que haya sólo un descenso de la A y la B y ninguno a la Segunda División.
""Esto ocurre por el sistema de campeonato que aprobó el Consejo de Presidentes: con un solo ascenso y descenso entre la Primera y la B, y que nadie baje de la B a la Segunda División. Así no hay incentivos para competir. Por eso, los equipos están contratando por poca plata o a pocos jugadores, porque son tres o cuatro los clubes que quieren subir. Y cuando contratan, te dicen 'tómalo o déjalo' o que usarán juveniles", explica Abarca.