Se complica su salida.
AFP
SANTIAGO.- Se supone que hoy Claudio Bravo debía viajar a Inglaterra para finiquitar su llegada al Manchester City de Pep Guardiola. Se supone, pues la realidad es otra.
Esta tarde el portero chileno se presentó al entrenamiento del equipo catalán con miras al partido de este sábado ante el Betis por la primera fecha de la Liga española.
El retraso en el viaje del bicampeón de América a Inglaterra tendría un responsable, nada más ni nada menos que su aún entrenador, Luis Enrique.
Según informa el portal catalán Sport, el técnico le dejó en claro a la directiva que mientras no tengan un sustituto, Bravo no podrá dejar el club. De lo contrario, el problema sería mucho más grande.
Esta versión se suma a la versión publicada hace unos días por el sitio Mundo Deportivo, donde se indicaba que para que la marcha del chileno se hiciera efectiva debía llegar su reemplazo.
Y de momento el Barcelona no tiene a nadie que ocupe el lugar del nacional, peor aún, aseguran que los candidatos que maneja la directiva no son del gusto de Luis Enrique, enredando aún más la partida de Bravo al City.
"Uno de los problemas, en estos momentos, es que Luis Enrique no ve nada clara la salida del portero chileno porque no le acaban de convencer los posibles sustitutos", informa Sport.
A esto se suman las palabras del secretario técnico de Barça, Robert Fernández, quien tras ganar la Supercopa de España fue categórico: "Bravo jugará con nosotros el sábado contra el Betis (en el inicio de la Liga española), luego ya veremos qué pasa", sostuvo.
La situación podría trabarse más de la cuenta y seguir sin solución hasta la próxima semana.
