Bolt besó la pista donde consiguió su novena medalla de oro.
Reuters
RÍO DE JANEIRO.- Usain Bolt se agachó. Preparó sus zapatillas, pero esta vez no para partir hecho un rayo en una carrera.
Ahora fue para besar la pista atlética del estadio Engenhao donde ganó su noveno oro y corrió su última carrera olímpica.
El jamaicano fue el protagonista de la celebración jamaicana que ganó la posta. Fue él quien cerró la carrera. Fue él quien se acercó a las tribunas.
Besos para todos lados. Vuelta olímpica envuelto en la bandera jamaicana y un gorro negro en su cabeza.
El Engenaho no paraba de gritar "Usain Bolt, Usain Bolt"... Fue el último adiós al "rayo", el rey de la velocidad.
Nueve medallas de oro son su legado. Récords mundiales y olímpicos en todas las distancias que corrió.