Hulk es uno de los nombres que ha potenciado el torneo.
AP
SANTIAGO.- Fue la noticia del fin de semana. Manuel Pellegrini sorprendió a todos luego de que se hiciera oficial su llegada a la banca del Hebei China Fortune, luego de estar varios meses sin club.
El entrenador chileno había señalado que mientras ningún proyecto lo convenciera, no se iba a volver loco con la cesantía e incluso abrió la posibilidad de un año sabático.
Entonces, ¿Qué llevó a Pellegrini a tomar las riendas de un club en una desconocida liga? La razón podría deberse al patente crecimiento económico que está atravesando el fútbol chino y que incluso amenaza a las grandes potencias de Europa.
Incorporación de figuras
La liga a la que llega Pellegrini ha realizado millonarias inversiones, lo que ha ido profesionalizando un torneo que hasta hace no mucho tiempo carecía de jugadores de renombre y notoriedad a nivel mundial.
De hecho, desde la Superliga china lograron por momentos remecer el último mercado de pases. El cuadro de Shanghai SIPG fichó el pasado 29 de junio al delantero brasileño Hulk por una suma cercana a los 67 millones de dólares. Un monto exorbitante si se compara con varios de los traspasos en otras ligas del planeta.
En el último tiempo, jugadores de gran renombre a nivel mundial han sido seducidos por el proyecto chino y ha decidido ir a potenciar una liga que cada vez recibe más miradas desde todas partes del orbe.
Futbolistas de la talla del marfileño Didier Drogba, quien fichó en 2012 por el Shanghai Shenhua después de ganar la Champions League con el Chelsea, llegando a percibir cerca de 275 mil dólares por semana; o como el francés Nicolas Anelka, quien fichó por la misma escuadra aunque en diciembre de 2011.
Además, varios futbolistas sudamericanos, tanto promesas como jugadores consagrados, incluso algunos con pasado por el fútbol chileno han ido a potenciar la competencia del gigante asiático. Casos como Lucas Barrios y Darío Conca, quienes arribaron por altas sumas.
También futbolistas como Alex Texeira, quien fue transferido desde el Shaktar Donestk al Jiangsu Suning por casi 55 millones de dólares; Jackson Martínez, pasó del Atlético Madrid al Guangzhou Evergrande por cerca de US$ 46 millones, el brasileño Ramires, entre otros.
A estos bombásticos fichajes, se suman los realizados por el club de Pellegrini. El Hebei China Fortune se gastó más de 20 millones de dólares para potenciar su plantel con Ezequiel Lavezzi, Gervinho, Stephane Mbia y Gael Kakuta, todos provenientes del fútbol europeo.
Inversión china en los gigantes europeos
Pero el auge del fútbol chino no sólo se ha visto reflejado en las bombásticas contrataciones que llegan cada temporada a potenciar la Superliga del país asiático, también se puede apreciar en el resto del mundo. En junio de este año se confirmó que dos de los equipos más grandes de Italia (Inter y Milan), cambiaron de mano. Ambos clubes fueron adquiridos, en un porcentaje mayoritario, por inversionistas chinos.
El cuadro "neroazzurro" selló la venta del 70% del club al grupo asiático Suning por un poco más de US$ 300 millones, mientras que los "Rossoneros" tuvieron un movimiento más radical. Silvio Berlusconi, ex mandatario italiano y otrora dueño del cuadro rojinegro, selló un acuerdo que implica la venta del 99,93% de las acciones del club a cambio de 825 millones de dólares.
Y no son los únicos casos. Cuadros como El West Bromwich, Atlético de Madrid, Granada y Espanyol, entre otros clubes de Francia, Holanda y República Checa. La movida implica un mayor posicionamiento del fútbol mundial en China, buscando promover el deporte en el país asiático mediante productos y eventos, como el que se propuso para el pasado mes de junio entre el Manchester United y el City, aunque finalmente fue suspendido por lluvia.
La búsqueda de los "7.000 Messis"
"Si por cada 200.00 habitantes ha de haber al menos uno con el potencial de Leo Messi, entonces China, con sus casi 1.400 millones de habitantes, debería aspirar a encontrar sus 7.000 Messis", señaló en 2013 Xi Jinping, presidente de China, después que su selección cayera por 5-1 contra Tailandia. Y la propuesta del mandatario tiene un plan que la respalda.
Para el año 2020, se planea tener 20 mil escuelas de fútbol para los niños chinos, cifra que además se pretende duplicar para el año 2025. La idea es profesionalizar el deporte desde las bases, con la finalidad de poder conseguir en el corto plazo volver a participar y posteriormente organizar una Copa del Mundo en China.
De esta forma, el ambicioso proyecto del fútbol en China sigue con su curso a gran velocidad, asomando cada vez como una amenaza más real para los gigantes europeos que reinan en el fútbol mundial.
