Nicolás Castillo otra vez anotó ante los azules.
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SANTIAGO.- En un emocionante encuentro y en el que hubo suspenso hasta el pitazo final, la Universidad Católica se consagró como el monarca de la Supercopa del fútbol chileno tras derrotar por 2-1 a Universidad de Chile.
El conjunto dirigido por Mario Salas sumó su primer título de la temporada en el estadio Ester Roa de Concepción, reducto que albergó el cotejo entre los campeones del último Clausura y Copa Chile y donde Sebastián Beccacece volvió a sufrir otro duro golpe al mando del cuadro laico.
Los goles marcados por Nicolás Castillo (42') y José Pedro Fuenzalida (45') le bastaron a la escuadra franjeada para sumar por primera vez este torneo que se disputa desde 2013.
El descuento de Gastón Fernández a los 44' ilusionó a los azules, pero el equipo de Beccacece nunca encontró la brújula y así el ciclo del cuestionado DT argentino vive otro remezón.
La victoria cruzada no estuvo exenta de complicaciones. Es cierto, la U es un equipo que no muestra ideas en lo futbolístico, pero hoy desde el empuje y el corazón mantuvo el suspenso hasta el final.
Los primeros minutos del lapso inicial estuvieron llenos de interrupciones y poca fluidez en el juego. Mucha infracción de parte de ambos. Lo más llamativo fue un par de supuestos penales que Jorge Osorio no cobró en ambos áreas y que encendieron los ánimos en ambos bandos.
Cuando parecía que ambos se iban en cero al descanso, sobre el final y en apenas tres minutos se desencadenó toda la emoción: a los 42', un error garrafal de Christian Vilches en la salida terminó siendo aprovechado por Castillo, quien con un cabezazo puso el 1-0 tras centro de Fuenzalida.
La UC no terminaba de festejar y la U logró rapidamente el empate a través de Fernández, quien cabeceó una pelota forzada por Jean Beausejour para la paridad.
Pero Católica devolvió gentilezas y apenas 60 segundos después del tanto del trasandino, Fuenzalida definió con clase una gran asistencia de Nicolás Castillo. Así se fueron 2-1 al entretiempo.
En el complemento, las emociones bajaron considerablemente como también la intensidad. El equipo de Salas comenzó a jugar con la desesperación de la U y con un plantamiento en base a tenencia de la pelota evitó las escaramuzas laicas.
Tuvo para liquidarlo la UC, pero pecó de efectividad frente a Johnny Herrera. Eso le dio vida hasta el final a un conjunto azul desde lo anímico, porque desde hace rato que la escuadra de Beccacece no da signos de recuperación en lo futbolístico.
De esta forma, los dirigidos por Salas festejan un título que no estaba en su estantería y la U se hunde en un pozo del que todavía no puede salir.