SANTIAGO.- "Sinceramente temí lo peor. Pensé que me moría. Bueno, de lo poco y nada que recuerdo porque perdí el conocimiento". Así de crudo es el relato que cuenta a Emol el jugador del equipo Estación Central que milita la Tercera División, Diego Díaz, tras recibir una brutal patada en la cabeza.
El futbolista está aún internado en el Hospital Regional de Rancagua intentando recuperarse del duro golpe que le propinó Claudio Abarca, portero de General Velásquez.
"No me di ni cuenta cuando recibí el golpe. No le hice nada, me iba parando y ahí me pega el patadón, fue una masacre", recuerda Díaz, aún hablando con dificultad.
Tras el golpe perdió el conocimiento. Fue trasladado al centro hospitalario y recién a la medianoche volvió en sí. "Hoy estoy muy mareado, con un fuerte dolor de cabeza y preocupado por mi fractura de cráneo. Además tengo todo el ojo derecho rojo".
En el estadio Municipal de San Vicente estaba su madre viéndolo jugar. "Yo soy de allá, mi familia estaba desesperada y corrieron a acompañarme", cuenta Díaz.
Marcela Fuentes, madre de Diego, dice que "afortunadamente estaba yo en el estadio. Corrí altiro a verlo y cuando lo vi me subió la presión, me puse mal. Le hablaba a mi hijo, pero él no reaccionaba".
Pese a todo, Díaz no le guarda rencor a Abarca. "Somos compañeros de carrera, pero sí lamento que aún no me pida disculpas. Sería lo mínimo que puede hacer y que me acompañe en estos momentos. Sólo sé que escribió algo en Facebook, pero eso no basta".
Abarca fue retirado ayer del estadio por Carabineros y detenido hasta hoy cuando fue dejado en libertad mientras dure la investigación.