SANTIAGO.- No hay discusión. Colo Colo fue amplio dominador y merecedor de quedarse con el triunfo en su primer Superclásico. Un 2-0 más que justo, tanto, que hasta el técnico rival fue sincero al admitirlo.
Uno de los grandes responsables de la victoria en el estadio Monumental fue Pablo Guede. La fórmula del entrenador albo al fin tuvo resultado.
El DT argentino se la jugó y apostó nuevamente por una defensa de tres pese a los cuestionamientos que se habían generado en duelos previos. Y acertó con creces.
Julio Barroso volvió a mostrar el gran nivel que acostumbra entendiéndose de paso de excelente forma con Matías Zaldivia. Junto a ellos Claudio Baeza aportó con una salida limpia y rápida.
En el medio la novedad fue la inclusión de Luis Pedro Figueroa. Guede se la jugó y dejó en el banco al capitán Gonzalo Fierro para dar paso al ex U, quien respondió a la perfección con lo que quería el DT.
Esteban Pavez también estuvo impecable. Fue el primero en complicar y frenar los ataques rivales dándole seguridad a la línea defensiva. Otro que reapareció fue Jaime Valdés, quien elevó su nivel luego de duros cuestionamientos.
Para Martín Rodríguez sobraron los elogios. Fue el mejor, el alma del triunfo. No sólo anotó, además desarmó a la defensa azul por el sector derecho con su cambio de ritmo, regates y velocidad. Se llevó todos los aplausos.
Ramón Fernández también mostró categoría. Octavio Rivero derrochó lucha y compañerismo, mientras Esteban Paredes aportó con todo su talento para complicar a sus rivales. Sólo le faltó el gol.
El estratega trasandino tampoco tuvo problemas para pasar a un línea de 4 en defensa cuando ya tenía el triunfo amarrado. Todo perfecto.
Guede se la jugó por un sistema criticado, no tuvo problemas en dejar fuera al capitán Fierro y mantuvo a nombres que habían sido apuntados por su bajo rendimiento. Y le salió todo bien.
Triunfo más que satisfactorio para el técnico argentino que ya tiene en su registro el haber ganado su primer Superclásico... Y con autoridad.
