QUITO.- Preocupación, y con justa razón, existe en el plantel de la selección chilena. El duro golpe de la derrota de 3-0 ante Ecuador sembró nuevamente dudas y dejó hoy al equipo lejos de Rusia 2018.
Las aguas están inquietas en el camarín de la "Roja". La confianza en Juan Antonio Pizzi sigue intacta, pero los jugadores creen que si esto no cambia todo se complicará. Y peor aún, el Mundial estará cada vez más distante.
"Hay preocupación entre los jugadores por el juego mostrado. Se han cometido errores y lo saben, así como saben que las chances se agotan y que si no repuntan las consecuencias a futuro pueden ser grandes", explica un cercano al plantel.
A esto se suma el bajo nivel de varios seleccionados que es otro tema que inquieta, incluso, entre ellos mismos. "Es algo que se conversa y hay mea culpas. Algunos han asumido que no están rindiendo como deben", agrega la misma fuente.
El panorama es oscuro. Chile está obligado a ganarle a Perú para levantar y acercarse a los puntos de clasificación. Una derrota o un empate complicaría todo aún más y de paso dejaría a Pizzi muy cuestionado.
Si bien el entrenador cuenta con absoluto apoyo de la directiva de la ANFP, lo que pase el próximo martes en el Nacional puede marcar distintos caminos. Su continuidad no está en juego, al menos por ahora, pero sí el crédito que ha ganado.
"Sabemos que el panorama es preocupante y que nos están monitoreando. No hay presión de nadie, pero es claro que si no se levanta eso va a existir. Juan Antonio lo tiene claro", indica un miembro del staff de la selección.
Lo que más preocupa es el juego de la "Roja". En los últimos cuatro partidos el equipo se ha visto muy alejado de lo que venía haciendo, lo que ha llevado a las dos derrotas y un empate en los últimos tres duelos de las Clasificatorias.
"Debe ser el partido en el que menos hemos visto lo que la selección nos había acostumbrado. Seguimos confiando en este equipo y en Pizzi", expresó el vicepresidente de la ANFP, Andrés Fazio.
Lo de Perú será una prueba de fuego. Está claro que Chile debe ganar para repuntar y tratar de meterse en carrera al Mundial, y también para calmar las aguas que hoy están inquietas.