La fiesta fue total en la cancha del Old Grangonian Club de Chicureo.
Cristián Carvallo, El Mercurio
SANTIAGO.- La tarde del pasado sábado 22 de octubre se escuchó fuerte el grito de campeón en la cancha del Old Grangonian Club de Chicureo. La fiesta era total y estaba a cargo de los COBS.
Después de tres años de sequía, el equipo volvía a quedarse con el título del rugby chileno.
Pero... ¿Quiénes son los COBS, estos nuevos campeones nacionales?
COBS (Craighouse Old Boys) fue fundado en 1972 por un grupo de ex estudiantes del colegio Craighouse. Ese mismo año se integró al Campeonato Central de Rugby y hasta hoy suma 4 títulos. Ha sido el mejor equipo de los últimos 5 años.
Actualmente son cerca de 50 sus jugadores, prácticamente todos ex alumnos del mencionado establecimiento. Eso ha sido clave para su éxito.
"Más que un equipo somos una familia. Todos nos conocemos y la unión de grupo fue fundamental. Llevamos años trabajando juntos y eso se nota en la cancha", explica a Emol el capitán Ignacio Álvarez.
Su colegio, la clave
El Craighouse es un colegio identificado con este deporte, y según los campeones al rugby chileno eso es algo fundamental para hoy tener éxito.
El deporte de la ovalada es obligatorio y siempre la institución ha tenido un vínculo directo con el club. Por ejemplo, todas las series de COBS entrenan en sus canchas.
"Desde chico nos pasaron una pelota porque en nuestro colegio el rugby es obligatorio. Todos los años te van enseñando nuevas cosas y al final uno va ganando experiencia dentro y fuera de la cancha", explica Nikola Bursic, quien estuvo un semestre jugando en Estados Unidos.
El capitán IgnacioÁlvarez complementa: "Siempre nos inculcaron el rugby como filosofía y hoy es nuestra vida. El colegio no sólo nos permitió ser hoy en día jugadores, también varios somos grandes amigos y eso se refleja cada vez que jugamos".
Otro punto importante es que varios de los ex alumnos y miembros del plantel aprovechan lo que han aprendido para traspasar sus enseñanzas a las nuevas generaciones.
"Yo entre las varias cosas que hago, también soy profesor en el club. Tenemos inferiores que parten desde los 6 años y con ellos trabajamos lo que es el deporte y los valores", detalla Martín.
Los costos de que el rugby sea amateur
Ser campeones nacionales es razón para festejar, quizás por varios días, sin embargo el rugby en Chile es amateur y si bien hubo festejos, había que dar vuelta la página rápidamente.
Por ejemplo, Ignacio es Ingeniero Civil Industrial. Trabaja en horario de oficina (08:30 a 18:30) y en sus tiempos libres se entrena para competir con los COBS.
"Festejamos el fin de semana porque es un orgullo ser campeones, pero siendo sincero eso da lo mismo. Si somos campeones o no hay que seguir, el lunes había que volver a trabajar y hacer nuestras vidas. Esa es la realidad, no la vamos cambiar", sostiene el capitán.
La mayoría de los miembros del plantel viven situaciones similares. Trabajan o estudian destinando el tiempo libre para ejercicios de gimnasio (la mayoría tres veces a la semana) y los entrenamientos en cancha que tienen martes y viernes (dos horas).
Entremedio deben dejar espacio para compartir con sus familias, polola o amigos. En un día que contempla práctica, su jornada comienza a las 06:30 y acaba cerca de la medianoche.
"Es duro. Uno juega porque le gusta. Al no ser un deporte profesional no nos pagan y debemos ganarnos la vida de otra forma. Yo voy a la universidad y muchas veces tengo que dejar de lado el rugby para concentrarme en las pruebas", explica Nikola, quien tiene 23 años y es estudiante de Arquitectura.
Martín Fernández es otro de los jugadores de COBS. Tiene 22 años y también estudia. Cursa cuarto de Ingeniería Comercial y admite que "organizarse es complicado, en mi caso yo a veces optó por no ir a la U por darle preferencia a este deporte".
Su llamado
La rugby en Chile está muy lejos de ser profesional y los campeones lo asumen como tal, aunque esperan que algún día la situación cambie.
"Sabemos que esto es así, que nosotros elegimos un deporte que no tiene apoyo y no podemos quejarnos. Así es la vida y lo tenemos asumido", argumenta Ignacio.
En tanto, Nikola es algo más crítico. "Ojalá algún día el rugby se profesionalice o al menos tengamos un estadio grande donde jugar. Sabemos que falta mucho, pero esperamos que las autoridades hagan bien las cosas y que en un par de años esto cambie".
Por ahora, los COBS seguirán entrenando con miras a revalidar su título. Los amigos y ex alumnos del Craighouse continuarán compartiendo dentro y fuera de la cancha, por que tal como ellos lo dicen: "Pase lo que pase, este club siempre será una familia"...