NUEVA YORK.- El noruego Magnus Carlsen, defensor del título, y el ruso Sergey Karjakin hicieron nuevamente tablas ayer en la segunda partida por el Campeonato del Mundo de ajedrez, que se disputa al mejor de doce en Nueva York.
Esta vez fue Karajakin quien jugó con las piezas blancas en un partida que acabó en empate en 33 movimientos, nueve menos que en el duelo inaugural en el Fulton Market de Manhattan.
Magnus Carlsen, apodado el Mozart del ajedrez, expone su corona mundial ante Sergey Karjakin, la gran esperanza de la escuela rusa para reconquistar un título que tuvo por última vez en 2007 en poder de Vladimir Kramnik.
Tras la jornada de descanso de este domingo, el duelo, que marcha 1-1, se reanuda el lunes con la tercera partida. El torneo concluirá cuando uno de los dos alcance los 6,5 puntos.
"Sí, tal vez debería pedir disculpas a los seguidores del match que esperaban una partida con más ambición, pero las cosas se dieron así", dijo escuetamente en la conferencia de prensa Sergey Karjakin, el ajedrecista que cambió de nacionalidad (Ucrania por Rusa) y que cuenta con todo el apoyo económico y deportivo de parte del mismo presidente, Vladimir Putin y el presidente de la Federación Rusa de Ajedrez, Andrey Filatov.
Con más de 100 medios acreditados para la cobertura del match, con gente haciendo una cuadra de cola para el ingreso a la sala de juego (los tickets van desde los 75 hasta los 3000 dólares), más millones de fanáticos siguiendo las alternativas por retransmisiones desde distintos sitios webs (Chess24, Chessbase, etc.) y en vivo, en realidad virtual y con cámaras de 360°, a través del sitio oficial Worldchess.com.- por un costo de US$ 15 para todo el certamen- el Mundial comenzó con un alto índice de difusión.