Abrazos al por mayor en la "Roja". La alegría y la tranquilidad otra vez reina en el camarín.
AP
SANTIAGO.- El desastre de Quito, cuando Chile perdió 4-0 con Ecuador, fue un golpe duro. La "Roja" se veía un equipo perdido, con jugadores en bajo nivel y con criticas internas. A eso se sumaba que la derrota colocaba a la selección fuera del Mundial.
El juramento de ir a Rusia 2018 se iba a tierra. Y no sólo por esa inesperadamente y apabullante caída, también porque a esa altura los dirigidos de Pizzi acumulaban tres partidos sin ganar en Clasificatorias (derrota ante Paraguay y empate con Bolivia).
Pero esta "Roja" se comprometió a levantar. Lo cumplió con más amor propio que fútbol en el triunfo sobre Perú en el Nacional (en gran parte gracias a un guerrero Arturo Vidal) y lo reafirmó logrando un "punto de oro" frente a Colombia en Barranquilla.
Esos dos partidos fueron una inyección anímica tremenda. No sólo por los resultados, también porque en suelo cafetero la selección hizo un partido inteligente para traerse un empate ante un rival duro y directo en el camino a Rusia.
"Vamos con todo, hay que ganarle a Uruguay", era el mensaje que rondaba la interna de Chile luego de lo acontecido en Barranquilla. Y así nomás fue.
El equipo de Pizzi cumplió. Derrotó 3-1 a los charrúas en el Nacional y volvió a zona de clasificación directa al Mundial. Las alegrías retornaban al camarín del cuadro nacional y también las confianzas que alguna vez se perdieron.
"Hay que reconocer que pasamos un momento duro, difícil, pero siempre creímos que íbamos a salir adelante. Hoy estamos más unidos que nunca y con la convicción que vamos a dejarlo todo para ir al Mundial", cuentan desde la interna de la "Roja".
La misma fuente asume que el desastre de Quito llenó de cuestionamientos al equipo, pero destaca que "la autocrítica interna fue dura, varios nos dijimos las cosas a la cara y eso sirvió para volver a levantarnos".
Desde el cuerpo técnico reafirman todo este escenario. "Los jugadores entendieron el mensaje, cambiaron el 'chip' y hoy los resultados están a la vista. Hubo un momento difícil, pero siempre confiamos en que las alegrías llegarían".
Hoy el camarín de Chile vuelve a respirar tranquilo. Las sonrisas nuevamente predominan. Las eufóricas celebraciones en los goles de Alexis y los abrazos entre todo el plantel al final del partido lo confirman.
La "Roja" de Pizzi sobrevivió a la tormenta y ahora tiene el Mundial un poco más cerca...