Karjakin y Carlsen siguen en tablas después de cuatro partidas. Dos "niños prodigios" que dirimen al mejor del mundo del ajedrez.
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SANTIAGO.- Llevan cuatro partidas y todas en tablas. Estrategia, táctica y rutinas personales. El Mundial de Ajedrez más esperado en los últimos 30 años está en pleno desarrollo y con una expectación digna de un evento planetario.
Cara a cara están los dos mejores exponentes del deporte de la mente en la actualidad y con un resultado incierto a la luz de lo apretadas que han estado las jornadas.
Pero más allá de lo que signifique estar peleando la corona, lo de este choque ha tomado ribetes incluso políticos, porque la prensa internacional la ha llamado la "nueva Guerra Fría" del ajedrez, recordando los enfrementamientos entre Bobby Fisher y Boris Spassky. A esto le añaden que el choque se da en momentos de ásperas tensiones entre Rusia y Estados Unidos por la guerra en Siria y la situación en Ucrania.
En este aspecto, el actual campeón, el noruego Magnus Carlsen representaría al ala occidental, mientras el retador, Sergey Karyakin, a la tradición rusa.
Pero, ¿Quiénes son estos dos "niños prodigios" que tienen paralizado al mundo del ajedrez?
El actual número uno planetario, de 25 años, nació el 30 de noviembre de 1.990 en Tonsberg (Noruega). Su padre, el ingeniero Henrik Carlsen, muy rápido advirtió la capacidad de su hijo y trató de estimularla: "Con 4 años Magnus era muy bueno resolviendo rompecabezas y montando estructuras de Lego muy difíciles. Como demostró una enorme capacidad de análisis y visión espacial quise enseñarles a él y a su hermana las reglas del ajedrez para que jugaran juntos. No se les daba bien, así que no insistí. Hasta que de repente, cuando Magnus cumplió los ocho años, su interés se despertó", explicaba el padre.
Fue subcampeón mundial 2002 en la categoría sub 12. El mítico campeón mundial Garry Kasparov, rey indiscutible del ajedrez entre 1985 y 2000, conoció a Carlsen en un enfrentamiento a dos partidas en Reyjkiavik cuando éste tenía 13 años. Quedó impresionado. Y se ofreció para entrenarlo durante casi un año. Así consigue el título de Gran Maestro, siendo bautizado por el "Washington Post" como el "Mozart del Ajedrez".
Siete años después, Carlsen ya ocupaba la primera posición en la clasificación mundial, siendo el jugador más joven en conseguirlo. A lo largo de su carrera, el noruego ha protagonizado además varios enfrentamientos mediáticos, como cuando en 2014 jugó una partida contra Bill Gates; todos esperaban que el ganador fuese Carlsen, pero no que lo consiguiese en tan solo nueve jugadas y 12 segundos.
¿Y el ruso?
Sergey Karyakin es contemporáneo y de la misma edad del defensor del título, por lo que se conocen bastante e incluso son amigos.
Nacido en Crimea en 1990 abandonó la nacionalidad ucraniana para convertirse en ruso. Una lengua que aprendió sin tomar una sola clase, alejado de las reglas gramaticales, simplemente memorizando palabras, letras y orden de las comas.
Aprendió a jugar al ajedrez a los cinco años. A los siete, dejó de ir al colegio. A los 12 con siete meses se convirtió en el Gran Maestro Internacional más joven de la historia. Bobby Fischer o Judit Polgar lo fueron con 15 años.
Aunque no consiguió su primer gran torneo hasta los 19 años, sus gestas infantiles llegaron a estremecer. Su irrupción en el panorama internacional fue tal que los otros Grandes Maestros se lo pensaban dos veces antes de poner en juego su prestigio ante el imberbe Karjakin. Sobre todo, después de ver cómo con 14 años, y exprimiendo esa defensa y frialdad con la que manejaba sus virtudes tácticas, derrotaba en una partida de ajedrez blitz a Vladimir Kramnik, tres veces campeón del Mundo.
Al contrario que Carlsen, indescifrable hasta niveles insospechados, a Karjakin no le cuesta sonreír y empatizar con sus rivales. Además, nada y juega tenis.
Es un declarado seguidor de Putin, pero al margen de su admiración hacia el presidente ruso, el talento que Karjakin muestra ante el tablero es incuestionable, y en los últimos años ha experimentado una notable progresión: ha sido seis veces medallista en las Olimpiadas del Ajedrez y actualmente ocupa el noveno puesto en el 'ranking' del FIDE. La cumbre de su carrera, por ahora, tuvo lugar en abril pasado, cuando ganó al estadounidense y número dos del mundo Fabiano Caruana.
Gracias a esta victoria, Karjakin es ahora aspirante al título mundial enfrentando a Carlsen, un rival que se le resiste desde hace años: en 22 partidas que han disputado, el ruso ha ganado una, perdido cuatro y el resto ha quedado en tablas. De todos modos, son muchos los rusos, incluido el propio Vladimir Putin, que confían en que el título mundial de ajedrez vuelva a su país tras 10 años de sequía.