SANTIAGO.- Esta semana estalló la bomba. Érika Olivera lideró al grupo de 10 atletas que presentaron un recurso de protección en contra de la Federación Atlética de Chile (Fedachi), alegando que les prohibió tener cualquier tipo de relación con la Corporación Maratón de Santiago, organismo encargado de organizar la tradicional carrera.
La experimentada deportista, quien tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro se retiró de la actividad para dedicarse a su rol como entrenadora, explicó que la Fedachi les envió una circular exponiéndoles que "ninguna asociación, club, atleta, entrenador, oficial técnico (juez), dirigente o funcionario relacionado, podrá concretar contrato, acuerdo o convenio con la Corporación Maratón de Santiago, mientras existan litigios de carácter legal u otro entre dicha corporación y la Federación Atlética de Chile".
Los atletas se lamentan que por un conflicto entre los dos entes son ellos los perjudicados. ¿Pero cómo nació esta polémica?
Origen del escándalo
Para buscar la génesis del conflicto hay que remitirse al 2014. Hasta ese año la Fedachi era la que organizaba la Maratón. Pero tres directores del organismo decidieron retirarse y crear la "Corporación Maratón de Santiago".
"La Maratón fue creada por la Federación, inscrita por la Federación y luego sacada por dirigentes que hoy manejan la Corporación, por lo que hay una pérdida patrimonial enorme y una demanda que ellos presentaron contra la Federación y varios temas legales que aún no se han solucionado. La Corporación se comprometió a retribuir a la Fedachi y no lo ha hecho, no ha entregado recursos", es la postura que explica Juan Luis Carter, presidente de la Federación.
Pero por el otro lado está la posición de la Corporación. "El origen del conflicto es súper fácil. Federación no cumplió con un contrato firmado donde se obligaba a otorgar su patrocinio a la Maratón de Santiago. Ellos recibieron siempre recursos de la Corporación desde el 2014, pero nunca rindieron cuenta de ello", comenta un miembro del organismo.
¿Qué es lo que pide cada una de las partes involucradas
La Fedachi alega por incumplimiento de parte de la Corporación. Según Carter, antes que existiera el nuevo organismo, ellos recibían 52 millones de pesos al año que les entregaba Adidas. Dicen que hoy no perciben nada.
"Defendemos nuestros derechos, lamentamos que estos atletas defiendan sus intereses personales antes que los de la Federación y todo el atletismo chileno. Hay un dictamen legal donde deberíamos cumplir el contrato que vence el 2017 y que obliga a la Federación a hacer una serie de concesiones, entre esos el patrocinio y que cumpliremos. Es un contrato que autofirmaron ellos haciendo uso de los dos cargos, siendo miembros de la Corporación y del Directorio, es convenio poco ético", expone el timonel del atletismo.
Mientras que en la Corporación defienden que "la Federación debe otorgar patrocinio a la Maratón de Santiago y cumplir con todas sus obligaciones. La más importante es firmar un formulario que va a la IAAF por la cual se compromete a firmarlo para que se otorgue la categoría bronce que solicita la carrera. Se negó a hacerlo y tampoco no pidió control antidoping, tuvimos que contratarlo de manera separada".
Agregan que "le hemos entregado recursos a la Federación y ellos no han dado cuenta, se les ha pagado el patrocinio correspondiente, eso se cumplió por dos años seguidos, pero este año no cumplió".
¿Y los deportistas?
En medio de todo este enrollo están los atletas. A ellos la Corporación les entrega una beca y ayuda económica para financiar sus pasajes, concentraciones y todo lo que requieran. Por eso que la Fedachi les prohíba tener algún lazo con el otro organismo los perjudica.
"La Federación ha tomado a los atletas y entrenadores como una herramienta para atacar. No tenemos por qué estar metido en medio.
Lo negativo es el temor que hay en los atletas más jóvenes que están entre los becados. Es negativo para todos, en la circular se da a entender que tenemos prohibido cualquier acuerdo con la Corporación", se queja Olivera.
La ex maratonista, quien ha tomado el liderazgo del grupo de atletas demandantes, dice que "para mí es súper incómodo el tema, lo único que queremos es trabar tranquilos, y que se nos envíe esta circular donde se nos prohíbe y trata de anti éticos. Me parece grave que nos trate de esa manera. Yo me pongo en los dos lugares, como deportista y entrenadora. Siempre mi trabajo ha sido limpio y ético, no aguantaré que me digan antiética por recibir una beca y yo un sueldo, me parece grave. La Federación no apoya a los deportistas".
Pero también tiene consecuencias en lo netamente de sus actividades. Y algo no menor, ya que la Maratón al no ser reconocida por la Fedachi, no se toman en cuenta las marcas que realicen los deportistas y que en muchos casos les permite clasificar a las competiciones internacionales, por ejemplo los Juegos Olímpicos.
"Si participamos, se nos perjudica con las marcas que no son reconocidas. Si cualquiera de los becados corre y hace el tiempo para el Mundial del próximo año, no importará. Es por eso que debemos participar en otras carreras", sigue alegando Olivera.
En la Corporación apoyan esta demanda y comentan que la Fedachi tiene la "obligación de reconocer las marcas, no sólo por el contrato, sino porque hay jueces federados certificados".
Carter se defiende estos ataques. Dice que la intención de ellos nunca ha sido perjudicar a los deportistas. "No estamos para castigar, estamos para ayudarlos, pero hay algo que es la institucionalidad. Esperamos llegar a un acuerdo, exponerles los hechos y que luego de esto tomen la decisión de acuerdo a su ética y conveniencia".