"Sin Messi no hubiésemos pasado la primera ronda del Mundial. Pero no es feliz porque es un escenario de rencores", considera Menotti.
AFP
SANTIAGO.- Muchos en Argentina se preguntan por qué Lionel Messi no rinde siempre con su selección como sí lo hace todas las semanas en el Barcelona.
Para César Luis Menotti, técnico que sacó campeón del mundo a los trasandinos en 1978, la respuesta es una sola. Y no tiene que ver con aspectos futbolísticos.
"En Barcelona es feliz. Acá pareciera que no se lo puede permitir. Es tanta la angustia que vivimos que no lo dejan ser feliz, porque el entorno no es bueno, el equipo no logra jugar bien", señaló el "Flaco" en entrevista con el diario Sport de España.
Es tan fundamental la "Pulga", que el ex DT de la selección albiceleste considera que "sin Messi no hubiésemos pasado la primera ronda del Mundial. Cuando todo parece que se cae en Argentina, aparece Messi y construye. Pero no es feliz porque es un escenario de rencores. Vivimos así".
Siguiendo con su análisis sobre Messi en la selección, Menotti cree que "hay una tensión generada por la mediocridad cultural que rodea este circo del fútbol argentino. Para tener un fútbol cinco estrellas hay que respetarlo, cuidarlo, nosotros no tenemos bien nada. Y aparecen estos futbolistas que son primera línea en toda Europa. Y sienten el peso porque hay urgencia de éxito. No entiendo, porque no ha hecho nada Argentina nunca para ganar. No se preparan bien, los traen como los traen a los jugadores, les cambian siete entrenadores en diez años. Han jugado tres finales y aparecen los argentinos que dicen que el segundo puesto no sirve para nada".
El argentino también se refirió al pesimismo que hay en su país luego de perder tres finales: la del Mundial 2014 contra Alemania y las de las Copa América 2015 y 2016 ante Chile.
"No sé de dónde sacamos que debemos ser exitosos en el fútbol y ganar todos los mundiales. Nuestros futbolistas tienen una genética muy difícil de encontrar. Empezamos con Di Stéfano, seguimos con Maradona, Passarella y Messi. Acá se cree que allá juegan bien porque les pagan bien, y no es así. Estos pibes tienen un gran sentido de la pertenencia. Son buenos pibes. Les duelen mucho los insultos. Tienen familia. No se puede manejar con tanta infamia y crueldad. Sinvergüenzas del periodismo, no se puede llamar rata a nadie. Duele y cuesta. Se ganó, por suerte este último partido", sentenció.